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miércoles, 31 de diciembre de 2008

Contra la hipocresía global

Siguen resonando los rasgados de vestiduras por lo sucedido entre Palestina e Israel, gran parte del mundo civilizado e incivilizado, de los países que aun no nos definimos, e incluso la misma ONU, han protestado contra la “desproporción” de la defensa israelí (porque eso es lo que ha sido, una defensa) puesto que cerca de 20 muertos por los constantes ataques de Palestina (y en realidad Hamas) en suelo judío, frente a más de 300 en Palestina, han horrorizado y crispado las mentecitas de los hipócritas del mundo. A excepción de Estados Unidos, Alemania y (espero) algunas otras naciones, el resto del mundo se cree castizo y virginal, y con la suficiente moral como para recriminar a Israel por algo tan básico como el instinto de autodefensa de cualquier ser viviente.

Fue Hamas quien rompió el alto al fuego y quien ha estado atacando sistemáticamente a Israel con misiles y morteros ¿Qué esperaba el mundo? ¿Qué Israel se quede de brazos cruzados? ¿Algún país del mundo se quedaría impávido mientras recibe ataques de otro?

La diferencia, verdaderamente grande, entre la cantidad de muertos en Palestina e Israel no se debe a que Hamas haya tenido la intención de matar “poquitos israelíes”, sino simple y llanamente a que el armamento que usaron era tan pésimo que hasta alguno de sus proyectiles cayó en su propio territorio asesinando a su propia gente. Muy incauto sería quien no creyese que, de tener las posibilidades tecnológicas, logísticas y bélicas, no solo que Hamas mataría miles de judíos, sino que haría lo posible por hacer desaparecer Israel.

Otro factor que explica la desproporción del resultado, es que Israel está tan acostumbrado a los ataques de un sinnúmero de locos, que tienen mecanismos de detección y alerta de bombardeos para poner a su gente a buen recaudo, de tal forma que reducen las bajas al mínimo. Entonces, no es culpa de Israel, ni que Palestina no cuente con el armamento apropiado para realizar matanzas masivas más efectivas, ni que tampoco cuente con los mecanismos necesarios para evitar grandes pérdidas en caso de recibir respuesta a sus ataques. Se debe decir, además, que la respuesta de Israel fue contra lanzaderas de cohetes y carreteras, no contra blancos civiles como nos quieren hacer creer los hipócritas mundiales.

Por otro lado, lamento tener que contar entre los hipócritas también a los medios de comunicación, incluida CNN. Pareciera que pretenden decirnos que el “numerito” de apenas un par de decenas de muertos, no justifica una acción defensiva. El primer lugar, si verdaderamente vamos a condenar la violencia y el asesinato, los números no deben importar, porque no estamos hablando de piedras o de manzanas, estamos hablando de personas, de vidas humanas, y así sea una dos o veinte personas, el Estado de Israel no tiene por que admitir que sus ciudadanos sean asesinados por otra potencia y quedarse de brazos cruzados ¿O acaso nosotros lo haríamos? ¿O tal vez Brasil lo permitiría? ¿O algún país árabe? ¿O los puntillosos y castizos europeos? Y si de números se tratara, me gustaría que quienes critican tanto las diferencias numéricas me digan cuántos muertos justifican una acción de defensa ¿Quinientos muertos? ¿Diez mil? ¿Un millón? ¿Cuántos muertos debió esperar a tener Israel para defenderse?

Otro factor fundamental que se debe tener en consideración es que cuando hablamos de Hamas, estamos hablando de intolerancia y odio, no de unos querubines celestiales. El mismo tipo de matones que apagaron la vida de Benazir Bhutto hace casi un año, después de que ella regresara del exilio y hablara contra el terrorismo y a favor de la democracia. Aquí me perece muy propicia la sentencia de Popper de que “La tolerancia no debe llegar a los intolerantes, porque entonces se elimina a si misma como posibilidad real de existencia”

Esta opinión no pretende justificar la violencia por la violencia, pero si justifica la defensa de la vida, la libertad y la paz, aunque sea a través de la guerra. Y si a alguien le pareció que en algún párrafo había algo de sarcasmo, es porque las reacciones han sido tan hipócritas y estúpidas, que parecía necesario explicar los porqués como si tuviéramos cinco años.

miércoles, 24 de diciembre de 2008

Regalos de navidad

El título correcto del festejo del sábado debería haber sido “Bolivia libre de hidrocarburos”, puesto que del analfabetismo, por enseñarle a la gente a leer y escribir su nombre ¿alguien cree que nos hemos librado? En cambio de hidrocarburos cada vez estamos más libres, no solamente que nos falta para vender las cantidades que nos habíamos comprometido con Argentina y Brasil, sino que ahora ya no alcanza ni siquiera para nuestro mercado interno; de seguir por el camino en que nos han puesto los del gobierno, dentro de poco estaremos importando gasolina. Acuérdese, acuérdese, las colas van a continuar y probablemente empeoren y luego, importemos gasolina. Y esto es fruto simple y llanamente de la incompetencia del gobierno y de los ejecutivos de YPFB.

Cuando los hidrocarburos estaban administrados por gente capaz, y no tenían que obedecer razones políticas, incrementamos nuestras reservas de alrededor de 5 trillones de pies cúbicos a más de 50 (las multiplicamos por diez), construimos el gaseoducto a Brasil y comenzamos a vender gas, incrementando de manera importante nuestros ingresos por dicha exportación, y avizorando incrementarlos aun más con compromisos de aumentos en los volúmenes de exportación, a la vez que se descubrirían nuevas reservas, se harían nuevas perforaciones, se conquistarían nuevos mercados y se iniciarían proyectos de industrialización; esos eran y hubieran sido, los frutos de la capitalización. El gobierno de Morales no tendría tanto dinero para repartir irresponsablemente si no hubiera sido por la capitalización, esa “ley maldita” que nos construyó una gallina de los huevos de oro.

Hoy los ingresos por exportación de hidrocarburos están bajando, tanto por la caída del precio internacional como porque los genios de YPFB no han explorado ni perforado un solo pozo desde que se hicieron cargo del negocio; porque lo que realmente les importa, es emplear a sus partidarios, militantes y parientes, ganando sueldos por no hacer nada, porque además no poseen ni el asomo de conocimiento técnico necesario en hidrocarburos porque, en fin, como es de todos, no es de nadie, y si no es de nadie no hay dueño que la cuide, y los que circunstancialmente trabajan en ella tienen que aprovechar al máximo la oportunidad de mamar del Estado, puesto que no saben cuanto les durará el carguito político. Estos son los frutos de la nacionalización.

El domingo, Marcelo Gonzales publicó una columna titulada “Tu empresa será nuestra empresa” en alusión a la intervención de Zofraco en Cochabamba. Ahora hay que publicar otra que ponga: “Tu dinero será nuestro dinero” porque eso es lo que va a suceder con el anuncio del rompimiento oficial con las AFP’s. Se va a obligar a los aportantes, sin preguntarles, sin darles mayores opciones, a confiar sus aportes al Estado ladrón, ineficiente y corrupto. Los fondos se transferirán a las manos de la misma clase de genios que ahora se están haciendo cargo de YPFB. Como siempre, el ciudadano tiene que soportar imposiciones arbitrarias del gobierno que atentan contra su libertad, puesto que es quien aporta, el que ahorra el fruto de su trabajo para su jubilación, quien debería decidir qué hacer con su dinero, y no un grupículo de burócratas incompetentes y autoritarios, que lo único que buscan es enriquecerse con dinero y bienes ajenos.

La administración de nuestros hidrocarburos, la administración de nuestras empresas, la administración de nuestros aportes para jubilación ¿no está nada mal no? Hay cada vez más oportunidades de enriquecimiento ilícito y a costillas de los bolivianos para los burócratas del MAS ¡son los mejores regalos de navidad para los ávidos de poder y dinero ajeno! Si no cuento mal, solamente falta la administración de nuestras casas, nuestros sueldos y nuestros automóviles (aunque lo de los automóviles ya lo están haciendo indirectamente con los militares controlando quién y cuánto compra en las colas de los surtidores) ¿Y todavía hay gente que tiene dudas de que esto se perfila a totalitarismo? Buena navidad, que feliz va a ser para los profesionalísimos funcionarios del gobierno con nuestro dinero.

jueves, 18 de diciembre de 2008

El Estado propuesto

Sería de insensatos no advertir que el Estado que nos propone el texto constitucional del MAS & Cia. se ha estado instalando sistemáticamente cuanto ha.

En el Estado propuesto consolidaremos una YPFB ineficiente y totalmente incompetente administrada (como en las épocas doradas del estatismo pre capitalización) por los menos profesionales y menos técnicos, pero más amiguitos, parientes y militantes del oficialismo que nos podamos imaginar. Le daremos continuidad al despilfarro de los recursos hidrocarburíferos (frutos de la capitalización) en gastos corrientes y en bonos prebendales, en lugar de destinarlos a exploración, explotación, industrialización, refinación, comercialización y etc. Además continuaremos soportando más extensas y más continuas colas por combustibles, y escaseces de toda índole y en todo lugar.

El Estado propuesto, y ya lo dijo el Cardenal Terrazas, será un Narcoestado donde prolifere la fabricación, comercialización, envasado y exportado de la mejor cocaína del mundo. Podremos sentirnos orgullosos de ser los más grandes envenenadores de las mentes y las vidas de millones de seres humanos alrededor del globo. ¿Quién sabe? Hasta podríamos, en breve plazo, tener nuestros propios cárteles del narcotráfico con nombres incas y todo.

Ese texto constitucional, nos propone un Estado en el que el contrabando es un delito solamente si ud. no tiene amigos en el gobierno, porque si, por ejemplo, su amigo es el Presidente y pretende negociar con él alguna forma de liberar su contrabando, no solamente que lo va a recibir en Palacio de Gobierno, sino que lo va a derivar (delegar dijo Evo Morales) a uno de sus ministros de mayor confianza para que le arregle el problemita. Por supuesto que esto debiera ser un delito, pero como la gallina a sus pollos, el ministro tendrá garantizada la protección de su amo por si algún sucio, indigno y mentiroso periodista se atreve a denunciarlo.

La justicia comunitaria será legalizada en ese Estado que nos proponen. Pero no esa justicia comunitaria de la que nos hablan los pseudointelectuales (que más bien charlatanes) dizque progresistas y creyentes del mito del buen salvaje, en la que no existe la pena de muerte ni nada que violente los derechos humanos, sino la verdadera justicia comunitaria, la que ya se está practicando en los hechos, en la realidad, muy alejada de las teorizaciones en libros o charlas de café, esa en la que se asesina (lincha si quieren) a cualquier persona que parezca sospechosa, sin juicios ni pruebas ni ninguna de esas boberías que nos exigía el absurdo modelo de justicia occidental.

Este Estado propuesto tendrá a la discriminación como precepto constitucional ¡al cuerno con la ridiculez de igualdad ante la ley! Habrá derechos diferenciados, los opositores serán los ciudadanos con menores derechos frente a la gente del gobierno que gozará de la mayor cantidad de privilegios. Luego estarán los k’aras, que aunque no sean opositores, no podrán gozar de las libertades y tratos especiales destinados a los indígenas y originarios. Nosotros los cholos (la gran mayoría) tendremos derechos y libertades selectivamente de acuerdo a cuan cerca o lejos manifestemos estar del MAS. Y no olvide que para ser funcionario público, usted deberá saber hablar al menos dos idiomas oficiales (no importa si tiene estudios en el área pertinente)

En el Estado propuesto se acabarán los libertinajes ¿¡Qué es eso de curas y periodistas diciendo lo que les place!? ¡Y no importa si dicen la verdad! ¿¡Están a favor o en contra del proceso de cambio!? ¿¡Son parte de la solución o parte del problema!? Si no se alinean se les aplicará, a los curas, impuestos por cada padrenuestro, por cada hostia, por cada copita de vino y por cada remojón al recién nacido, y a los periodistas contrarrevolucionarios, se los humillará y golpeará sin posibilidad de justicia o perdón.

En el nuevo Estado, el grande, digno, y maravilloso Estado propuesto, cada boliviano deberá estar consciente del gran destino que Evo Morales y sus acólitos han planificado para el país, el destino glorioso solo comparable con el de la potente Cuba, la próspera Unión Soviética, la feliz Corea del Norte, o la majestuosa Irán. Y no solamente deberán estar conscientes de su destino, sino que no podrán mover un solo cabello de sus cuerpos si no es para consolidar, perpetuar e impulsar su cumplimiento.

Ese es el Estado propuesto por nuestros profetas salvadores en el texto constitucional, el Estado que ya se está instalando, pero que requiere de su apoyo y de su voto por el “si” para ser (y disculpen los términos católicos) oleado y sacramentado.

jueves, 11 de diciembre de 2008

Justicia es…

Justicia es sinónimo de ecuanimidad, de igualdad ante la ley. Creo que el informe de UNASUR sobre lo ocurrido en Pando es injusto. Es injusto porque no indaga por qué y por quienes fueron enviados los campesinos a movilizarse con altas posibilidades de enfrentamiento, y es injusto porque no indaga cuál fue la razón por la que tanto la policía como las FFAA no hicieron nada para evitar el derramamiento de sangre. Es verdad que técnica, filosófica y conceptualmente parece haber sido una masacre, pero también me parece absolutamente deshonesto no indagar estos dos puntos señalados. ¿Son solamente responsables quienes matan? ¿Y qué pasa con quienes mandan a la gente a la muerte? ¿Y que con los que tienen la obligación de proteger la vida de las personas y evitar enfrentamientos?

Y respecto de la prisión para Leopoldo Fernández, si merece estar en la cárcel solamente por ser líder de la región, aunque no haya disparado un solo tiro ni ordenado que se lo hiciera ¿acaso entonces no merece Evo Morales estar en prisión por la tortura y el asesinato de personas en el Chapare y en Sacaba, aunque no lo haya hecho él ni tengamos pruebas de que lo haya ordenado, solamente por ser líder de las personas que lo hicieron? Justicia es sinónimo de ecuanimidad, de igualdad ante la ley.

¿Por qué solamente voy a defender y a rasgarme las vestiduras por los muertos cuando éstos sean campesinos? ¿Por qué el país y la comunidad internacional no hacen el mismo escándalo y forman comisiones para investigar la tortura y el asesinato de Christian Urresti en manos de seguidores del gobierno en Cochabamba? ¿Por qué no se hace lo mismo por Gonzalo Durán, Juan Carlos Serrado y José Luís Cardozo, asesinados por fuerzas del Estado en Sucre? ¿Y qué pasó con los muertos de Arani en manos de uniformados? Justicia es sinónimo de ecuanimidad, de igualdad ante la ley.

Este gobierno o cualquier otro, puede contar con mi militante apoyo en la lucha contra la impunidad, cuando se lo haga de manera ecuánime, mientras tanto ¿Por qué he de luchar contra la impunidad solamente si se trata de muertes de campesinos? ¿Porque ellos son inválidos o subnormales y merecen un trato especial? ¿O porque los no-campesinos somos menos ciudadanos y tenemos menos derecho a la justicia?... Viéndolo desde otra óptica tal vez debería cambiar las preguntas ¿Porque ellos son militantes y/o simpatizantes del gobierno, y nosotros no lo somos y por lo tanto no merecemos justicia? Justicia es sinónimo de ecuanimidad, de igualdad ante la ley.

Eso quiere decir que si se va a castigar a los culpables de las muertes de bolivianos, se debe castigar a todos. Y si se va a buscar “autores intelectuales” (que es el supuesto delito del Prefecto de Pando) tenemos a Evo Morales como principal autor intelectual de las decenas de muertos en Chapare y en Sacaba; a Celima Torrico, hoy ministra de justicia, autora intelectual y alimentadora de los asesinos de Christian Urresti, junto con Omar Fernández y otras autoridades; también a Alfredo Rada, ministro responsable de las muertes en Sucre. Y a estos autores intelectuales, a diferencia de Leopoldo Fernández, se los ha visto junto con la gente que perpetró los crímenes, en el momento de las movilizaciones, pero nunca se hizo ni dijo nada. Justicia es sinónimo de ecuanimidad, de igualdad ante la ley.

Justicia para todos o impunidad para todos. Porque distribuir la justicia y la impunidad de la manera que mejor me convenga no es más que una cobardía.

Que no se me malinterprete, no defiendo ningún tipo de impunidad, pero no por estar en contra de la impunidad voy a estar a favor de la justicia selectiva que pretenden administrar los del gobierno. Estoy por la justicia para todos, o por la impunidad para todos. Que el Estado no mire el color de tu piel, el lugar en donde vives, las ideas que defiendes o el tamaño de tu monedero para darte libertad y aplicar la ley; que trate a cada individuo de la misma forma. Eso es ecuanimidad y entonces somos iguales ante la ley.

jueves, 4 de diciembre de 2008

Patria o muerte

La política ya se ha judicializado. Como el fiscal y los jueces que responden al gobierno están en La Paz, todos los perseguidos y posteriormente presos políticos son llevados a esa ciudad para ser, no procesados, puesto que eso implicaría la posibilidad de que sean sobreseídos, sino condenados, además, en un juicio espectáculo grotescamente mediatizado, en un circo montado para los bolivianos ignorantes ansiosos de venganza y cabezas en la guillotina totalitaria. Y por supuesto que el pretexto expuesto por el ministro Rada, ese de que “se los lleva a La Paz porque cuando los delitos cometidos atentan contra el Estado, los procesos deben llevarse adelante en el lugar donde radican los órganos estatales” no es más que otra de las tantas estupideces gubernamentales, que cada vez son menos graciosas y más indignantes. El ministro cree que los bolivianos somos estúpidos, como él, para creer semejante justificación. Entonces, perseguidos y presos políticos, ya hay. Y exiliados también, eso es lo que son todos los pandinos refugiados en Brasil que ¡claro! ante la total improbabilidad de que los poderosos actúen con ecuanimidad, no encontraron otra alternativa más que el exilio; de la misma forma que los izquierdistas durante las dictaduras que, sabiendo que al permanecer en el país arriesgaban sus pellejos porque no encontrarían más que un remedo de justicia, huían de la intolerancia política. No se fueron nadando o de balseros porque (obvio) no tenemos mar, pero da igual cómo lo hagan, lo importante es que huyen de la arbitrariedad, la injusticia y el autoritarismo.

Hace algunos meses, aquella desvelada llamada Marta Harnecker, intelectualiode promotora de mentiras e irracionalidad, profetiza del totalitarismo y la intolerancia, en una conferencia que realizó en el aula magna de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas decía, justificando el hambre y la miseria de los cubanos, que Fidel Castro habría tenido la “virtud” de lograr que sus ciudadanos prefirieran la dignidad a la libertad, la prosperidad y el progreso. ¡Suena hermoso verdad! Pero lo que en realidad quiso decir es que ese dinosaurio del totalitarismo ha logrado que gran parte de los cubanos huyan de sus hogares por su culpa, y al resto, los que no pudieron escapar, les ha negado durante décadas la libertad, la prosperidad y el progreso, tres elementos que les habrían provisto de verdadera dignidad, a cambio de extenuantes discursos demagógicos cargados de mentiras y diatribas contra los que sí supieron construir sociedades libres. En Bolivia, después de perder el ATPDEA, un desvelado del mismo círculo, también vendedor de espejismos y mentiras, terrorista de las armas y las ideas, llamado Álvaro García Linera nos dice, por la pérdida de mercados y consecuentemente de fuentes de trabajo y subsistencia para los bolivianos, que “ese es el precio de la dignidad” Prueba clara de que pretenden, igual que su comandante Castro, hacer que los bolivianos vivamos de sus falsas dignidades y comamos discursos idiotas.

El uso intensivo de la propaganda ha pasado los límites del absurdo. Tuve la fortuna, hace un par de semanas, de visitar Santa Cruz y recorrer el Chaco boliviano, y mientras el gobierno transmite propaganda de gentes afirmando que no hay escasez de combustibles, observé estaciones de servicio cerradas por falta de diesel más que gasolina, o largas colas de vehículos esperando alcanzar una parte del “cupo” (otro dejavù de los regímenes socialistas ineficientes) asignado a las gasolineras. Pretenden que somos tan imbéciles que con propagandas en radio y televisión dejamos de percatarnos de lo evidente.

La cubanización de Bolivia ya está en marcha, el nuevo texto constitucional solamente les brindará mayores instrumentos “legales” e “institucionales” para acelerar y consolidar el proceso porque, en los hechos, el gobierno de Evo Morales ya es, en términos matemáticos, un autoritarismo que tiende a totalitarismo con límite en el infinito. Y como siempre, los intelectuales domésticos y extranjeros, la comunidad internacional y los organismos supranacionales cometen, con Chávez, Morales y los tiranos del vecindario, el error que ya cometieron con Hitler al creer que “aquí no pasa nada”, que “ese loquito no va a conseguir nada”. Cuando Hitler ya había manifestado claramente sus intenciones años antes al escribir “Mi lucha”, cuando Chávez ya había manifestado claramente su desprecio por la democracia en su intento de golpe, cuando García Linera y Evo Morales ya habían manifestado claramente su desprecio por la vida y la democracia, el primero embarcándose en el crimen del terrorismo, y el segundo encabezando un movimiento con tendencias guerrilleras que asesinó y torturó a militares y policías. Claro que en los dos últimos casos, la culpa también es de los bolivianos que votaron por ellos conociéndolos, pero lo es más aun de los que hoy, conociéndolos mejor, continúan apoyando sus delirios totalitarios.

viernes, 28 de noviembre de 2008

Despertar del letargo

Algún día los bolivianos tendremos que hablar claro y dejarnos de boberías de que somos los herederos de un gran imperio en el que reinaban la equidad, la reciprocidad y la redistribución, que en el incario no existía el hambre y se respetaba la trilogía de leyes y otra yerbas, que nos han hecho creer, intelectualoides supuestamente científicos mediante, que fuimos unos “buenos salvajes”, que nuestra “maravillosa cultura” está en peligro de ser destruida por los valores occidentales, y que nuestra “avanzada civilización” ha superado a todo lo hasta hoy existente. Nada más absurdo, risible y ridículo.

Los incas fueron tan avanzados y tan poderosos que no lograron inventar ni la rueda ni la escritura. Fueron tan intelectuales que hace poco más de 500 años, aun no habían avanzado lo que Grecia hace poco menos de 2500. Era una civilización en la que aun se hacían sacrificios humanos, y dividida en castas en las que los nobles tenían privilegios sexuales sobre las hijas de los súbditos y de los pueblos conquistados. ¿Todo esto y más hace que tengamos que avergonzarnos de nuestro pasado? Por supuesto que no, solamente lo estoy recordando en un intento por iniciar el derrumbamiento del ídolo que la demagogia y la charlatanería europea han hecho de nuestro supuestamente glorioso pasado.

Una de las principales características del salvajismo, de la incivilización, es la irracionalidad. Son irracionales y por lo tanto salvajes las acciones acaecidas en Achacachi la semana pasada. Los habitantes de esa región (repito por si no ha quedado claro) son unos salvajes, así de simple y así de claro. Y no es la primera vez que en algunas regiones de Bolivia se dan abiertas manifestaciones de barbarie premoderna. Recuerdo al menos tres casos, dos en el altiplano y uno en los valles cochabambinos, en que los lugareños no solamente mataron, sino que se comieron a personas de la misma comunidad o ajenas a ella. ¿Qué tenemos que llamarle a eso? ¿Finas y caras tradiciones ancestrales que debemos cuidar y perpetuar? Yo creo que esa parte de nuestro “glorioso pasado”, tan irracional, tan salvaje, se debe erradicar… pero claro, solo podremos hacerlo cuando entremos en conciencia de que no somos “los hijos del sol”, herederos de un vasto y “majestuoso” imperio en que reinaban la paz, la felicidad y la armonía.

Pero la falta de capacidad de utilizar la cabeza no solamente se da en regiones rurales. ¿Por qué condenamos el robo? Porque es un mecanismo a través del que una persona se apodera de algo por lo que no ha trabajado, algo que no se merece, y que muy probablemente es el fruto del trabajo y el esfuerzo de otro. Condenamos el robo porque creemos (o deberíamos creer) que desear algo por lo que no se ha trabajado ni se pretende trabajar es irracional. Porque creemos (o deberíamos nuevamente) que los individuos tienen que alcanzar sus metas en base al esfuerzo y al trabajo intelectual y/o físico, con tesón, creatividad, responsabilidad, etc, etc.

Pero lo que sucede hoy en Bolivia es que todo quien pertenece a un movimiento social importante, con capacidad de perjudicar al resto, con la habilidad de violentar la libertad de otros individuos, ya se cree con el derecho de exigir todo lo que no se ha ganado, pero que quiere y desea. Ellos no lucharon por eso, no se esforzaron por eso, en fin, no se lo ganaron, pero están segurísimos de que tienen el derecho de tenerlo. Y en el caso de algunos grupos étnicos la cosa se ha tornado aun peor. A ellos, ser victimas se les ha convertido en un buen negocio. Porque fueron explotados en algún momento de la historia, se creen que lo merecen todo. Solo por el hecho de haber sido victimas, se han ganado el derecho de ser dueños del país entero, de todos los recursos naturales; se han ganado el derecho de exigir que el resto del país y la comunidad internacional los mantenga. Estamos actuando dentro de una ignorancia e irracionalidad tales, que nos creemos todas esas estupideces sin ponernos a pensar que no existe un solo rincón del planeta en que algún grupo no haya sido abusado y explotado, y no por eso decidieron llorar eternamente su pasado y exigir que los demás resuelvan sus problemas actuales.

Ejemplos de nuestra irracionalidad hay muchos más, pero la columna es chica. Tenemos que despertar, lo antes posible, del letargo de la autocompasión, el lloriqueo y la pereza intelectual, de otra forma Bolivia nunca va llegar a nada. Lo digo claramente, no importan las constituciones, los 500 años y las tradiciones, el color de la cara del Presidente u otras cosas, si no cambiamos de actitud, Bolivia no va a llegar nunca a ningún lugar, vamos a seguir tan mediocres como siempre y, al paso que vamos, aun peor.

Planificación estatal=hambre y represión

Hoy, muchos charlatanes empiezan a predicar con más fuerza y entusiasmo, que “Marx tenía razón” respecto del papel fundamental del Estado en el manejo de la economía. Que la crisis mundial (que no es más que un serio altibajo dentro del libre mercado), demuestra que el capitalismo no funciona y que la libertad es un error. Igual que en 1929, los planificadores se frotan las manos por la posibilidad de poner en práctica sus malsanas ideas de definir los destinos y acciones de los seres humanos, por las ganas que siempre han tenido de decirle qué hacer y hacia dónde orientar sus acciones a las personas.

Es por eso que este es un momento oportuno para recordarles a nuestros camaradas ávidos de estatismo, algunos de los “grandes y maravillosos logros” de la planificación centralizada allí en donde la pudieron practicarla a sus anchas.

En la Unión Soviética, con la colectivización de las granjas, la industrialización estatal centralizada y los trabajos forzados, fruto del hambre y la servidumbre de los individuos para el Estado, nuestros maravillosos planificadores lograron que de una población de 194,1 millones de personas en 1940, que en seis años (para 1946) debió haber llegado a los 213 millones, llegaran, en 1946 a 167 millones. Es decir, la desaparición en seis años, como por arte de magia, de 46 millones de ciudadanos, de los cuales, las proyecciones más optimistas indican que “solamente” habrían muerto 26 millones por el hambre y la represión. ¿Por qué hambre? Porque la colectivización de las granjas, muy lejos de incrementar la producción de alimentos, lo que consiguió fue destruirla. ¿Por qué represión? Porque el mantenimiento del sistema de partido único, cero oposición al régimen, y los regímenes de trabajos forzados, requieren de un Estado represor y asesino.

A continuación transcribo textualmente lo que dice Jean François Revel en su magistral obra “El conocimiento inútil” sobre el ejemplo etíope: “Después de una estancia en Etiopía, en los perores momentos de la represión llevada a cabo por el régimen comunista, en 1977, el notable dirigente comunista italiano Giancarlo Pajetta declaró que el clima social de Addis Abeba [el dictador comunista de Etiopía] recordaba, en el fondo, el de París durante la Revolución francesa. ‘Igual que en París en 1792 y 1793, uno puede enterarse al medio día- bromeaba Pajetta- de que el hombre con quien cenaba la noche anterior acababa de ser ejecutado’”

Ciertamente en el África los ejemplos han sobrado, ya hablemos de Burundi, Mozambique u otros, de lo que se ha tratado y se trata es de gobiernos “progresistas”, antiimperialistas, nacionalistas, colectivistas, socialistoides o afines, que en realidad son sinónimo de represión, racismo tribal causado por factores identitarios, genocidio, hambre y miseria medieval. Cuando en el mundo occidental se conocieron, en los años 80’s, las imágenes de los niños africanos hechos piel y hueso, y con las barrigas hinchadas por la desnutrición, no vimos otra cosa que el resultado de la aplicación del colectivismo socialista, de la planificación centralizada progresista, de los regímenes dignos y soberanos antiimperialistas. Todos asesorados por norcoreanos, soviéticos, alemanes del este u otros ciudadanos de países integrantes, simpatizantes y militantes, del imperialismo comunista.

“El mayor productor de hambre del siglo XX es el socialismo” dice Jean François Revel, y los hechos lo han demostrado. ¿Queremos poner en funcionamiento la fábrica de hambre otra vez? ¿Eso es en lo que Marx tenía razón?

Yo soy partidario de la planificación, sí, pero de la planificación individual, en que cada persona trata de tomar sus decisiones y planificar su vida con la mayor racionalidad posible y con la mayor previsión que le alcance. Es la planificación de la libertad. No es perfecta, no elimina por completo la pobreza y el hambre, pero elimina la miseria medieval y la represión; no trae la felicidad a la puerta de nuestras casas, pero nos brinda mayores posibilidades de utilizar nuestros propios esfuerzos y habilidades para traerla.

La planificación centralizada de manos de grupículos de “expertos” ya ha demostrado su vocación por el asesinato y el genocidio, esa planificación, no la queremos.

jueves, 13 de noviembre de 2008

Organizando la fiesta

Por supuesto que es absurdo pretender celebrar un referéndum en pleno estado de sitio. La idea fundamental del estado de sitio (y por eso se le llama estado de excepción) es que, mientras esté vigente, excepcionalmente se suspenden las libertades constitucionales, por lo que, en los hechos, se ejerce el totalitarismo en las regiones afectadas. Los individuos que estén en contra de la bobería de texto constitucional del MAS, Podemos y UN ¿podrán reunirse, planificar una campaña por el “no”, y ejecutarla? Por supuesto que no, no vaya a ser que se los acuse de conspiración, se los secuestre y, encapuchados de por medio, se los lleve al campo de concentración en que se ha convertido la ciudad de La Paz. Entonces, cualquiera que piense que no existe ningún inconveniente en llevar a cabo un acto eleccionario en pleno orden dictatorial, sin libertades ni garantías, definitivamente es un completo burro (con los perdones pertinentes a esos nobles animales que no tienen la culpa de la infinitud de la estupidez humana).

Me refiero, principalmente, a ese matón de cuello blanco llamado Álvaro García Linera, que mientras se exhibe con su careta demócrata ante quien puede, no muestra reparos en portarse como un vulgar dictadorzuelo, no solo ignorando, sino desafiando y desobedeciendo dictámenes y avisos de órganos del Estado encabezados ¡vaya paradoja! por personas que el mismo gobierno ha elegido. ¿Esperaba mayor obediencia señor vicepresidente? ¿Imaginó que Exeni y los ministros de la Corte Suprema serían más sumisos? ¿Le enfurece que después de tanto trabajo de desmontaje, aun exista institucionalidad republicana que le impida mandar como en su hacienda?

El señor Exeni se está esforzando por complacerles, dándoles plazo para levantar el estado de sitio en lugar de suspender el referéndum inmediatamente, pero tampoco es tan descarado como para llevar adelante el acto eleccionario contra toda ley. Eso es lo que su mentecita de autócrata quisiera, pero no es así como funciona un Estado de derecho… aunque ciertamente, Bolivia hace mucho que se parece más a una república bananera que a un Estado de derecho.

En cuanto a las sentencias de la Corte Suprema, por eso se llama así: Corte Suprema de Justicia (aunque ciertamente hace mucho que abandoné la esperanza de que sus mentecitas totalitarias lo entiendan), porque ellos, como parte del órgano judicial de nuestra moribunda República de Bolivia, son responsables de la administración de justicia y no ustedes. Si el ejecutivo, en complicidad con el legislativo (es decir MAS, Podemos y UN) quieren mantener a Leopoldo Fernandez no solo como preso político, sino además como fenómeno de circo para el público que asiste todos los días a las puertas de la cárcel de La Paz, haciéndoles creer que se está “haciendo justicia” y que ellos son los defensores de la transparencia, cuando en realidad los están convirtiendo en compinches de la autocracia que ustedes vienen montando, no pueden esperar que los miembros de la Corte Suprema, cuya probidad ustedes mismos refrendaron (¿o ya se olvidaron de eso?) también sean parte del terrorismo de Estado que hoy se practica. Sabemos que a ustedes les fascinaría poder declarar, igual que Luís XIV de Francia: “El Estado soy yo”, pero no se nos impacienten “compañero Álvaro” que con su nuevo texto constitucional aprobado podrán decir eso y más.

Pero claro ¿qué va a saber o querer aprender de Estado de derecho, división de poderes, libertad, presunción de inocencia y derechos humanos, un sujeto que hace algunos años, y en plena era democrática, apostó por el crimen del terrorismo? Justicia implica que el Estado debe aplicar de manera ecuánime las restricciones a la libertad individual para proteger esa misma libertad, pero ustedes se muestran muy prestos a secuestrar ciudadanos cuando éstos son opositores, haya o no haya pruebas en su contra, pero cuando se trata de simpatizantes o militantes, cuyas imágenes golpeando periodistas fueron vistas por el país entero, no mueven un solo dedo y miran para otro lado.

Eso me recuerda que los bolivianos ya hemos descubierto para qué sirve Derechos Humanos. Lejos de las leyendas de que esa institución se encargaba de velar por el respeto a dichos derechos, estamos constatando que a lo único que se ha dedicado y se dedica, es a defender los derechos y las arbitrariedades de todo socialistoide en nuestros países. Son otros tontos que no tienen la más peregrina idea de lo que es la justicia como ecuanimidad. Así estamos, nosotros defendiendo la poca racionalidad que le resta a Bolivia, y ustedes organizando la fiesta de los chivos.

jueves, 6 de noviembre de 2008

Cinco más cinco igual a seis

Nuevamente, e igual que en 1929, ciertos necios sienten que pueden empezar a festejar la "caída del capitalismo". Aquí un artículo de mi amigo Rodrigo Antezana, que yo no podría haberlo hecho mejor.

Por: Rodrigo Antezana Patton

¿Cuánto es cinco más cinco? (Escogí un problema fácil pa’ que el fondo del asunto, la metáfora, pues sea fácil de explicar) Diez. Todos sabemos que es diez. Es probable que no sepamos la estructura lógica que, por detrás, permita ese razonamiento matemático, ya que existe, pero todos sabemos que es diez, todos. Bastante sencillo, ¿no? Claro, ese es el punto. Cinco más cinco igual diez. Por lo que también podemos deducir que cinco más cinco igual a seis es un error. Simple. El Socialismo ha fracasado rotundamente, en la Unión Soviética, lo que implica que Bielorrusia, Kazajastán, Kirguistán, Sucasastán, Stánensucasa y otras repúblicas, para un total de 15, vieron su economía enviada al mismísimo fondo. A pesar de que Rusia es uno de--si no el más--países más ricos del mundo, en lo que a recursos naturales se refiere. La retórica marxista de 1848 decía que el capitalismo estaba a un paso de morir, ahora la misma retórica marxista dice que el capitalismo está a punto de morir...

miércoles, 5 de noviembre de 2008

La constitución colectivista

Ese sigue siendo el espíritu del texto constitucional modificado el mes pasado; es una propuesta de constitución colectivista, y la inconfundible señal de que mi afirmación es verdadera es que la palabra “comunitario” está presente por todo el texto, y que por todas partes se hace referencia a lo inválidos que somos los bolivianos y a la necesidad de que el Estado provea todo y planifique nuestras vidas y nuestros destinos. Pero ¿Qué es colectivismo? Trataré de dejar bien clara la palabreja en base a las ideas de tres pensadores liberales.

Según Karl Popper (“La sociedad abierta y sus enemigos”) la teoría colectivista consiste en que “el individuo debe subordinarse a los intereses del todo, ya sea este el universo, la ciudad, la tribu, la raza, o cualquier otra entidad colectiva” por lo que el colectivismo es una forma de vida tribal, puesto que así funcionaban las sociedades premodernas; la emancipación del individuo fue la que dio paso al surgimiento de la sociedad libre, en que cada persona decide vivir y trabajar en función a sus propias metas e intereses.

Que el individuo deba vivir en función de un colectivo, implica que debe existir un ente centralizado (que pueden ser los caciques de la tribu o el Estado) que lo coaccione para obligarle a canalizar todas sus acciones en pos de lograr una meta o un plan colectivo único y definido por ellos. En “Camino de servidumbre” Friedrich A. Hayek nos describe muchos de los absurdos a los que llevan las mentecitas colectivistas, aquí citaremos solamente lo siguiente: “No debe existir actividad espontánea, sin guía, porque podría producir resultados imprevisibles sobre los cuales el plan [el plan colectivo único] no se ha manifestado. Podría producir algo nuevo, inimaginado por la filosofía del planificador. El principio se extiende incluso a los juegos y diversiones. Dejo al lector que adivine si fue en Alemania o en Rusia donde se exhortó oficialmente a los jugadores de ajedrez así: [Tenemos que acabar de una vez y para siempre con la neutralidad del ajedrez. Tenemos que condenar de una vez y para siempre la fórmula de ‘el ajedrez por el placer del ajedrez’, como la fórmula de ‘el arte por el placer del arte’]

El colectivismo implica la supremacía de una entelequia inexistente a la que se suele llamar “interés colectivo” o “pueblo” que de acuerdo con Ayn Rand en “La virtud del egoísmo” no es más que “una cantidad de individuos” y “todo conflicto presunto o implícito entre el ‘interés público’ y los intereses privados significa que deberán sacrificarse los intereses de ciertos hombres a favor de los intereses y los deseos de otros.”

El colectivismo requiere de una mentalidad tribal que considera “la vida humana como medio, como el combustible para poner en marcha cualquier proyecto público” La libertad, la soberanía y la independencia individuales, son consideradas por los planificadores obstáculos que les impiden disponer de las vidas de las personas para alcanzar sus planes ideales. El político colectivista es un “cavernícola que no puede entender razón alguna por la cual su tribu no tiene el derecho de aplastarle la cabeza a cualquier individuo si así lo desea” es un obsesivo con el absurdo ideal que ha querido construir e imponer a todos, un desquiciado que no entiende por qué puede haber gente tan malvada que no comprenda su verdad única y absoluta, un demente que cree que los hombres son “demasiado débiles o egoístas para derramar toda la sangre necesaria” para concretar el plan que ha diseñado. (Todas las citas son de Ayn Rand del mismo libro)

Este es el espíritu del texto constitucional del MAS y sus cómplices Podemos y UN. Esa es la elección que los bolivianos tendremos que hacer en enero próximo. Decidiremos si queremos ser tribu o República, si queremos ser libres o sirvientes del Estado, si queremos valernos por nosotros mismos o depender de un Estado-providencia. Mi voto, evidentemente, sigue siendo por el “no”.

martes, 4 de noviembre de 2008

¿Izquierda y Derecha? (Versión preliminar)

Este ensayo es parte de un libro de crítica al marxismo desde el punto de vista teórico, que espero se pueda publicar en unos meses. Es una versión preliminar, puesto que ya encontré algunas aclaraciones y argumentaciones necesarias que faltan.

Se suele abordar los debates político-ideológicos en términos de “izquierdas” y “derechas” sin tener necesariamente el conocimiento de lo que ello implica, y mas bien se lo hace en base a las etiquetas que previamente se les pone a determinados movimientos políticos que, de tanto repetirse, parecieran convertirse en verdad científica.

El origen de la utilización de estos términos (izquierda y derecha) para catalogar grupos o movimientos políticos, tiene como antecedente histórico la revolución francesa, cuando a la derecha del rey se encontraban la nobleza y el clero, y a su izquierda el estado llano. Sin embargo, y tratando de ir un poco más allá de la conclusión simplista de que a la derecha estaban los ricos u oligarcas y a la izquierda los pobres, debemos observar qué era lo que buscaba cada lado. La nobleza y el clero buscaban la conservación del orden de cosas y, con ella, de sus privilegios y beneficios. El estado llano buscaba cambios en el régimen de gobierno, basados principalmente en las ideas de la ilustración que son parte importante del liberalismo clásico. Entonces tendríamos como resultado al conservadurismo del lado derecho, y la búsqueda de cambios del lado izquierdo.


Gráfico 1

En el gráfico 1 tenemos del lado derecho únicamente al conservadurismo; es decir que ser de derecha implicaría necesariamente ser conservador y que la única tendencia política del lado derecho sería el conservadurismo. Y del lado izquierdo, ilustrado con una “i” grande, tendríamos a todos los movimientos políticos, ya sean liberales o marxistas, puesto que de una forma u otra, ambos son partidarios del cambio.

Esta forma de definición o tipificación de movimientos políticos parece, por un lado, poco útil, contradictoria e insuficiente, y por otro, se concentra fundamentalmente en el “qué” y no en el “cómo”.

Al concentrarse en el “qué” (que sin embrago también es un dato importante) está otorgando la importancia fundamental a lo que buscan dichos movimientos políticos, y dejando en segundo plano el “cómo”, que implica los medios, principios o métodos a través de los cuales pretenden alcanzar sus fines. Ello puede, en algunas situaciones, hacer que parezca que algunas ideas o movimientos políticos están más cerca de lo que realmente. Por ejemplo, todos los movimientos políticos estarán de acuerdo en que para mejorar las vidas de los ciudadanos son necesarios unos cambios pero ¿cuáles son esos cambios? ¿cómo abordarlos? Esas son preguntas importantes que generalmente se pierden dentro del discurso político, pero que deberían formar parte de los elementos de análisis en las esferas académicas.

Pero también hemos dicho que el planteamiento clásico es poco útil, contradictorio e insuficiente. Poco útil porque sitúa a todos los movimientos políticos en el mismo lado, sin importar las profundas diferencias que pudieran tener algunos de ellos, tornando inútil la aplicación del modelo como instrumento de análisis u orientación.

Contradictorio porque la corriente conservadora, a diferencia de lo que se cree, no está necesaria e inexorablemente relacionada con ciertas tendencias políticas, como el liberalismo o el monarquismo, sino que es relativa al tipo de orden establecido. Es decir que al ser el conservadurismo la tendencia a mantener la situación en que se vive, y al ser distinta la situación dependiendo del país del que hablemos, los movimientos conservadores pueden ser de todas las corrientes de pensamiento posibles, el único requisito para ser conservador es aborrecer los cambios. En la extinta Unión Soviética, por ejemplo, los conservadores eran quienes pretendían el mantenimiento del socialismo como sistema de gobierno, y la izquierda habría sido todo el movimiento en favor de la perestroika.

Finalmente, es insuficiente porque no contempla, además de las palabras “cambio” y “conservación”, mayores elementos de juicio para juzgar o tipificar movimientos e ideas políticas.

Norberto Bobbio, en su libro “derecha e izquierda” amplía la interpretación del antecedente francés definiendo dos tipos de izquierda, a saber, la extrema izquierda que sería a la vez igualitaria y autoritaria, y la centro-izquierda que sería igualitaria y libertaria, e incorporando dos tendencias dentro de la derecha, la centro-derecha a la vez libertaria y no igualitaria, y la extrema derecha que sería antiliberal y antiigualitaria.

Si bien el planteamiento de Bobbio nos brinda mayores herramientas de análisis, seguimos concentrándonos exclusivamente en los “qués” puesto que estamos hablando, ya no de la dicotomía entre “cambio” y “conservación”, sino de algunas combinaciones entre libertad, igualdad, autoritarismo, no igualitarismo y anti-libertad. Ver gráfico 2


Gráfico 2

Basándonos en regímenes que hayan existido efectivamente, podríamos decir del planteamiento de Bobbio que si su extrema derecha es antiliberal y antiigualitaria, consecuentemente debe ser autoritaria. Y si la extrema izquierda es autoritaria, obviamente es antiliberal y difícilmente será igualitaria (o muéstrenme un autoritarismo que haya apelado a la igualdad, y que sin embrago la haya alcanzado efectivamente).

Lo que pone al jacobinismo (que Bobbio situaba en la extrema izquierda) al nazismo y al fascismo (que se situaban en la extrema derecha) y al socialismo (que yo incluyo) dentro de lo que se podría llamar el “sector de los autoritarios” en la parte superior, que se diferencian únicamente en el discurso (unos apelan a la igualdad y otros al orden u otros elementos) y el “sector de los demócratas” en la parte inferior; los de la izquierda democrática ponen más énfasis en la igualdad que en la libertad, y los de la derecha democrática mayor énfasis en la libertad y menor en la igualdad.

Siguiendo la buena costumbre de cuestionar nuestras más caras ideas y a nuestros más destacados pensadores, propongo replantear todo el modelo de análisis por uno que, si bien no tendría por qué ser el único, ni el final, ni mucho menos el perfecto, nos dote de mayores elementos metodológicos y de juicio para clasificar o tipificar las ideas y los movimientos políticos, y que además sirva para enriquecer la dinámica de crítica y autocrítica respecto de este tema. Ver gráfico 3


Gráfico 3

El modelo inusual que propongo viene de la constatación de que en la historia y en el mundo existen, con matices, dos grandes tendencias filosófico-políticas. La primera, situada en el lado izquierdo del gráfico 3, es la de los partidarios de la construcción de sociedades cerradas, la intervención y planificación estatal, y el colectivismo. Y la segunda, en el lado derecho, es la de los que buscan la consolidación de una sociedad abierta, la mayor reducción posible del poder del Estado, y el respeto de la libertad individual. Llamar a cada una de estas corrientes “izquierda” y “derecha” correspondientemente, se lo puede hacer, no vamos a entrar dentro de una inútil discusión sobre palabras; sin embargo en los extremos del gráfico hay nombres que posiblemente describirían con mayor verosimilitud de qué se trata cada una de ellas.

El modelo está basado en los “cómos” más que en los “qués”, puesto que estamos asumiendo que todos los movimientos políticos, en determinado momento son partidarios de los cambios y buscan el bien común.

Una primera diferencia del modelo inusual con el clásico, es que el conservadurismo no es equivalente a una posición política específica, y más bien puede pertenecer a cualquiera de ellas. Esa es la razón por la que se encuentra en medio del gráfico, para mostrar que a partir de cualquier posición política, está disponible el conservadurismo para ser abrazado por quienes aborrecen los cambios. Los detractores de la perestroika y partidarios del mantenimiento del régimen socialista en la ex Unión Soviética, por ejemplo, serían las personas que, desde el socialismo, abrazaron el conservadurismo como posición frente a la necesidad de cambios.

Tenemos un centro en el que no se encuentra nada, y que nos sirve solamente como punto de referencia. A la derecha, en el lado positivo del eje x, tenemos tres fases de liberalismo, y en el lado negativo del eje (a la izquierda) cuatro tipos de estatismo. Es bueno aclarar que las siete opciones expuestas no son las únicas posibles, existen tantas posibilidades y planes de gobierno como personas en el planeta, pero para poder contar con una herramienta de análisis he elegido algunas de las principales y más generales características diferenciadoras de los movimientos e ideas políticas. Para ayudar en la explicación de las posiciones políticas, las presento en la siguiente tabla.


De los partidarios de la Sociedad Cerrada, el más cercano al centro (consecuentemente a la Sociedad Abierta) es la Social Democracia, que de los dos tipos de inversión (nacional y extranjera) prefiere la nacional, acepta asumir las funciones mínimas que se le encomienda a los Estados (salud, educación e infraestructura principalmente), pero además asume las funciones ampliadas, como ser algunas políticas de subsidio para el aparato productivo doméstico, y algunos bonos ciudadanos.

En el Nacionalismo cambian dos aspectos fundamentales: Se rechaza la inversión extranjera o se la acepta de manera muy marginal, y se prefiere la inversión nacional que puede provenir de inversionistas privados o del mismo Estado.

En el Nacionalismo Populista se intensifican las funciones ampliadas del Estado a través de la creación de muchos bonos, subsidios, medidas proteccionistas, intentos de regulación de precios y una importante participación del Estado en la economía.

En el Socialismo las inversiones deben ser solamente estatales, lo que implica que todo el sistema económico es dominado por el Estado. Pero además hay una mayor profundización de las funciones ampliadas del Estado, ya no solamente en la creación de beneficios y privilegios económicos, sino también en aspectos como el tipo de ideas que se deben o no difundir a través de la educación o los medios de comunicación, las funciones de los ciudadanos dentro del plan gubernamental, o las funciones del arte, la ciencia, la religión o los pasatiempos a favor o en contra de la consecución de una meta colectiva única y definida.

El Socialismo es el último paso y el más cercano al Totalitarismo, en donde el individuo como tal ya no existe, ha sido reemplazado por el Estado como una colectividad única, a la que debe servir, por la que debe su vida, y en función a la que debe orientar cada acción y cada pensamiento.

Por los partidarios de la Sociedad Abierta tenemos al Liberalismo fase 1, que prefiere la inversión nacional pero acepta de buena gana la extranjera, asume las funciones mínimas del Estado, pero rechaza las funciones ampliadas.

En el Liberalismo fase 2 no existen preferencias entre la inversión extranjera y nacional, ambas deberán competir libremente en el mercado.

El Liberalismo fase 3 continúa asumiendo las funciones mínimas del Estado, pero de manera indirecta. Esto quiere decir que la salud, educación, construcción de infraestructura y otras, son asumidas, en su ejecución, por entidades privadas, pero son financiadas por el Estado a través de vouchers (bonos o vales) que son distribuidos a los ciudadanos que los necesiten. De esta manera se busca, dentro del marco de la libre competencia, conseguir la oferta de mejores servicios para que el ciudadano pueda elegir la que más le convenga, pero que sigan siendo financiados por el Estado. Cada ciudadano entregará su voucher a la empresa que le ofrezca mejores y mayores beneficios, y ésta recuperará el valor de los vouchers del Estado.

El último paso en el camino de la reducción del poder y consecuente achicamiento del Estado es la Anarquía, que puede decantar en una sociedad donde los individuos hacen los que les place aun a costa de la libertad de sus iguales o, en los deseos de los optimistas, en una sociedad que ya no necesita de un Estado que regule sus libertades, puesto que ha alcanzado una madurez tal que puede funcionar en perfecta armonía y en libertad de manera autónoma.

Si bien la posición “Totalitarismo” se ha puesto en el extremo de los estatistas, eso no significa que cada posición expuesta en el lado izquierdo del gráfico (y otras que se pudieran identificar) no contenga per se rasgos totalitarios. A partir de la constatación de que el poder gubernativo es siempre coercitivo, se hace más que evidente que mientras más grande sea mayor será la coerción ejercida sobre los ciudadanos, más aun cuando estamos hablando del crecimiento de dicho poder a través de la mayor intervención del Estado en los asuntos de las personas. Entonces, los rasgos totalitarios se presentarán casi imperceptibles en la posición de la Social Democracia, e irán incrementándose a medida que nos alejemos más del centro y nos acerquemos a la posición extrema.

De la misma forma, en el lado de los partidarios del Estado mínimo, las características anarquistas serán casi imperceptibles en la posición del Liberalismo 1, pero mientras más nos acerquemos a la posición extrema, más notoria será la poca participación del Estado en los asuntos del las personas y la preponderancia del individuo como actor fundamental de la dinámica social.

¿Por qué no utilizar el modelo propuesto por Jorge Lazarte en “Derrumbe de la res-pública”? Porque dicho modelo, si bien hace una caracterización en base a las tendencias “mercado” y “Estado”, también incluye un segundo eje con los elementos “modernidad” y “tradición” que, desde mi punto de vista, puede estar perfectamente incluido en el primer eje. Es decir ¿existe algo más tradicional que el Estado regulándolo todo, desde la economía, los medios de comunicación, los contenidos educativos, etc.? ¿Acaso lo tradicional y ancestral no es precisamente tener a una persona o grupo de personas con un poder casi divino, planificando las vidas de todos, desde los temas alimenticios, hasta los reproductivos, morales y de fe?

Y por otro lado, aunque hoy parezca algo anticuada, la liberación del ser humano de los dogmas, los mitos, la opresión religiosa y de los reyes, los poderes y los misterios ocultos, y los tiranos que obligaban a la gente a actuar de acuerdo a sus planes personales, es precisamente un resultado de la modernidad. La aparición del individuo sujeto y protagonista de la historia abrió paso a la verdadera libertad. Construir “lo moderno” ha costado miles de años de evolución, y aun no se logra consolidar en el planeta, de otra forma no continuaríamos hablando de movimientos políticos colectivistas y estatistas.

sábado, 1 de noviembre de 2008

Irracionales y llorones

Pareciera que los partidarios de la izquierda tienen atrofiada la parte del cerebro que les permitiría razonar lógicamente. Bolivia tiene todo el derecho soberano de expulsar al embajador norteamericano, tiene toda la libertad, como Estado libre, de romper relaciones con el país que le plazca, pero debería hacerlo con mayor seriedad y no con los argumentos chapuceros con los que se lo intenta. La comunidad internacional no puede obligar a ningún país a mantener relaciones diplomáticas con otro, por más amistoso y bienintencionado que este pudiera ser, pero lo que sí puede exigir es mayor responsabilidad y seriedad en el proceso de construcción, mantención y finalización de relaciones diplomáticas. De la misma manera en que está mal visto, y en determinados casos se castigan las injurias entre privados, si se quiere mantener la paz y el respeto entre naciones, no se puede permitir que cualquier país culpe de financiar conspiraciones y promover confrontación a otro sin el suficiente respaldo de pruebas. Los sudamericanos, y toda la izquierda en el mundo, están demasiado acostumbrados a vociferar improperios contra todo lo que se les ocurre, culpando a otros de males que ellos no tienen la valentía de enfrentar y solucionar por si solos, como si esta fuera la obligación de otros.

En las calles del mundo, a las pobres mentes donde ha llegado la vulgata marxista, se las escucha culpar a la globalización, la tecnología, el imperio norteamericano, la industria y la empresa, y a todo lo que odian las mentes mediocres, de todos los males de la tierra. Sin embargo muy bien que aprovechan de todos los beneficios de la civilización occidental; realizan grandes conciertos contra la contaminación industrial y el gasto de energía, utilizando pantallas gigantes y grandes cantidades de electricidad; organizan manifestaciones anti-globalización, pero se comunican y coordinan acciones a través de teléfonos móviles y vía Web; protestan e insultan contra Estados Unidos, pero pretenden que este país les siga comprando sus productos.

La situación de Bolivia, la semana pasada, fue paradigmática. Mientras el Ministro Arce llegaba a Norteamérica para pedir que nos mantengan el ATPDEA, asegurando que estamos cumpliendo con la lucha contra las drogas y que la suspensión de las preferencias nos causaría un gran daño económico, Evo Morales declaraba que no necesitamos al mercado norteamericano y recibía peticiones de trabajadores de las minas para que en una hipotética crisis de la minería se les permitiera cultivar un kato de coca, los norteamericanos, por su puesto, no son nada tontos y están al tanto de todo eso, por lo que utilizaron los hechos para refutar el discurso del ministro, el Presidente dice que no hace falta el ATPDEA y de las 12000 hectáreas de coca que permite la ley, nosotros ya sobrepasamos las 25000. Ciudadanos españoles organizaban una manifestación exigiendo a EEUU ampliar el ATPDEA a Bolivia, pero si les preocupa tanto que nos quedemos sin mercado para nuestros productos ATPDEA, que exijan a su propio gobierno que nos den las preferencias y sean esos españoles “preocupados por nosotros”, los que nos los compren. También en España, los simpatizantes de Obama, declaraban que ya que Estados Unidos tiene tanta influencia en el mundo, se debería permitir que todos los ciudadanos del mundo votemos en las elecciones norteamericanas; eso me parece correcto, siempre y cuando luego nos sometamos al gobierno norteamericano como un Estado mas.

Los movimientos de izquierda son excesivamente irracionales, piden todo, y encima lo quieren incondicionalmente. Tienen la absurda idea de que se les debe mucho, ya sea por las épocas coloniales o por su ridícula noción de “justicia social”. Solo falta que exijamos que Estados Unidos nos transfiera el 10% de su ingreso per capita, porque “seria justo” o porque Norteamérica tiene que “redistribuir” su riqueza.

La riqueza, norteamericana o de cualquier país, se ha logrado en base al trabajo, la creatividad, el esfuerzo intelectual y físico, combinados con el comercio; si queremos seguir haciendo el ridículo, podemos continuar lloriqueando y mendigando porque somos muy miserables, muy ineptos, muy perezosos y muy tontos, y necesitamos que se nos mantenga, que se nos resuelva nuestros problemas, ser parásitos chupasangre, pero tendremos que entender que quien es mantenido no es independiente, tiene que cumplir condiciones para su manutención, debe ser obediente y portarse bien; o podemos dejar de llorar en las esquinas y asumir de una buena vez la responsabilidad de nuestras vidas, invertir nuestro tiempo en trabajo y capacitación, crear productos y buscar que sean competitivos, conseguir mercados no por el favor de nadie, sino porque lo que producimos es muy demandado.

miércoles, 22 de octubre de 2008

Héroes o violadores

Lo he dicho al menos una vez, no puedo evitar ser humano y, por lo tanto, abrigar alguna esperanza de que esta vez de verdad hayamos llegado a un acuerdo aceptable. ¿Perfecto? Me encantaría, pero se que no es posible porque en primer lugar, una negociación, pacto o acuerdo, necesariamente implica perder parte de lo que hubiese sido necesario para considerar la situación alcanzada “perfecta”, y en segundo lugar porque al ser parte de la minoría, obviamente tengo que admitir que la mayoría, aunque con la obligación de respetarme, se ha ganado la posibilidad de tener mayor “juego de cintura” en el baile.

Pero no estaré convencido de las supuestas bondades del acuerdo alcanzado hasta leer con mis propios ojos y analizar las modificaciones hechas al texto constitucional, que supuestamente ha dejado de ser del MAS para convertirse en el texto constitucional de los bolivianos. Para empezar, me ha alegrado saber que, manteniendo la idea de plurinacionalidad, se ha restituido la Nación Boliviana como aglutinador e identificador nacional.

¿Por qué mi desconfianza? No es para menos. Después de ver a Luís Vásquez Villamor nada más y nada menos que junto a Félix Rojas, el primero, coautor del desastre que hemos vivido y que nos ha destrozado nuestros nervios y nuestros hígados durante más de dos años, irresponsable, puesto que siendo presidente de una comisión de constitución, nunca hizo los esfuerzos suficientes y necesarios por la restitución del Tribunal Constitucional, siendo un abogado constitucionalista nada más y nada menos, y el segundo, que nos salió con la frase estúpida de que “así es la república de Bolivia, al que no le guste que se vaya”. Luís Vásquez diciendo que está “tranquilo con Bolivia y tranquilo con su conciencia” definitivamente, ¿hay alguien a quien le inspiren confianza?

Tengo que ver las modificaciones personalmente para saber si de verdad podemos respirar con mayor tranquilidad, y tenga usted la seguridad de que se lo diré.

Sin embargo una cosa debe quedar clara: Aunque dichas modificaciones hubiesen logrado mitigar casi totalmente las barbaridades que nos proponía el texto original, los procesos por los que hemos tenido que pasar, incluido este último acuerdo y lo hecho en esta última sesión del congreso, siguen siendo una atroz muestra de delincuencia política. Ayer escuchaba a Ricardo Pol en la red uno decir que ”esta sería la última violación a la Constitución vigente” ¿¡!? ¿Después de que éste ya casi ha dejado de ser un gobierno “constitucional” (y no lo digo solo por el Ejecutivo, sino también por el Legislativo), después de haberla quebrantado como les dio la gana, después de haberla manipulado, interpretado y reinterpretado, le están diciendo a la Constitución de 1967: “te vamos a violar esta vez más mamita, última vez, ya va a venir otra a reemplazarte”? Ciertamente va a ser un gran alivio para ella el dejar de ser víctima de los vejámenes de los políticos y, si pudieran hablar entre constituciones, seguramente le diría a la siguiente que no se meta con los políticos bolivianos porque son unos degenerados constitucionales.

Al final terminaremos legalizando los delitos de los políticos, en nombre de la paz, de la unidad, de la “fiesta democrática” tendremos que aceptar que los violadores queden impunes, que los delincuentes pretendan mostrarse como héroes salvadores de la República, pacificadores y grandes legisladores, que los causantes de los muertos, los destructores de la institucionalidad, nos miren con sus caras de “deber cumplido” y quieran ser reelectos en cargos públicos para las elecciones de diciembre del próximo año. Y que se entienda bien, no estoy en contra de la reconciliación entre bolivianos, eso es algo invaluable que espero que llegue, estoy en contra de que el ato de sinvergüenzas que trabajan tanto en Palacio de Gobierno como en el Congreso, se muestren como buenos tipos, y nosotros les creamos que son buenos tipos. Siguen siendo los más ineptos e incompetentes gobernantes que hemos tenido en los últimos 25 años, y la prueba clara es que para lograr un acuerdo, han necesitado más de dos años, más de una cincuentena de muertos, perseguidos políticos, presos políticos, una guerra sucia mediática patética, actos de irresponsabilidad, acciones dicatoriales, declaraciones absurdas, y en fin, cientos de hechos que les tenemos que aguantar y por los que, en lugar de recibir sueldos de nuestros impuestos, deberían pagarnos a nosotros.

Habrán hecho un gran trabajo si lograron dotarle algo de racionalidad al texto constitucional del MAS, pero será muy poco comparado con todas las idioteces que se mandaron en el proceso, seguirán siendo los responsables de que Bolivia haya estado al borde de la destrucción. Y todavía no se alegren mucho, que aun tengo que revisar sus susodichas modificaciones.

jueves, 16 de octubre de 2008

Dictadura

Un error que están cometiendo, tanto los bolivianos como la comunidad internacional es el de pensar que la democracia consiste en pronunciamiento popular constante y apariencia institucional. Ya lo dije alguna vez, una decisión tomada por alguna sociedad, en referéndum, por mayoría, ignorando información vital o dejándose llevar por pasiones, puede, de todos modos, ser un error y ser antidemocrática ¿Qué pasaría si “el pueblo” al que tanto se suele apelar últimamente, decidiera que un presidente prescinda por completo de la división de poderes (ejecutivo, legislativo y judicial) gobierne con poderes absolutos y elimine físicamente a sus opositores? ¿Acaso porque lo dice “el pueblo” y sin importar otras consideraciones, esa decisión debería asumirse como democrática? Ciertamente no es así, y este preámbulo me sirve para puntualizar que aunque el 100% de las acciones de Evo Morales tuvieran la aceptación de la mayoría, de todos modos no tienen por qué ser acciones enmarcadas dentro de lo democrático.

Parece que todos estuviéramos esperando que Morales se vista de militar, cierre el congreso definitivamente, persiga, desaparezca o asesine a los opositores, proscriba la libertad de expresión, cierre o queme medios de comunicación y, en fin, se declare dictador, para constatar, definitivamente, que está encabezando una dictadura.

Lamento decir que disiento totalmente con esa posición porque creo que las dictaduras no tienen por que compartir apariencias, de la misma forma que las democracias no tienen por qué hacerlo. Es necesario leer entre líneas, mirar menos lo aparente y concentrarnos más en los detalles. Los cercos al congreso, por ejemplo, cuando no son simples vigilias, cuando se organizan para determinar una decisión, cuando evitan que ingresen legisladores opositores o que se tomen decisiones contrarias a los deseos del partido de gobierno, son equivalentes a cerrar el congreso. ¿Por qué los dictadores militares cerraban el congreso? Porque era un lugar donde se difundían ideas contrarias al régimen, donde se podían tomar decisiones diferentes a los deseos del grupo que mandaba, y porque constituía una traba institucional innecesaria para hacer lo que les diera la gana. Entonces, cercar el congreso, como ya se lo ha hecho en este gobierno, y como pareciera que se pretende hacer de nuevo, es equivalente a cerrar el congreso, y no importa que sea un cierre temporal. Quien evita, por cualquier medio, que el órgano legislativo trabaje en libertad y con posibilidades de resolver algo distinto a lo que se quiere (cosa que sucede en democracia, en España o Estados Unidos los Presidentes han visto rechazadas sus iniciativas en el legislativo muchas veces), está cerrando el congreso y está encabezando una dictadura.

Quien permite que un órgano tan importante como es el Tribunal Constitucional, permanezca inhabilitado por tanto tiempo, suspendiendo la posibilidad de que los ciudadanos hagan respetar sus derechos constitucionales defendiéndose de los abusos de poder, está encabezando una dictadura.

Quien en lugar de iniciar procesos legales contra ciudadanos que supuestamente cometieron delitos, apresándolos con órdenes de aprehensión expedidas por una autoridad competente, realizando la detención con policías y fiscal con caras visibles, y juzgándolos en sus propios distritos, lo que hace es secuestrarlos con encapuchados y llevarlos al distrito donde le garantizan condena, está encabezando una dictadura.

Quien manifiesta su menosprecio a las trabas institucionales, que cuando se está en el poder son las que evitan que uno abuse de él; quien alienta y hasta hace apología del delito llamando a violar la ley, cuando es la ley la que garantiza la justicia; quien ataca a las opiniones contrarias, cuando es la opinión contraria un impulso a la fiscalización de la administración de poder; quien suspende al órgano protector de las garantías constitucionales, cuando las garantías constitucionales salvaguardan la libertad de los individuos, está encabezando una dictadura.

Importa muy poco si nominalmente aun existen Congreso, órgano judicial y Corte Electoral, e importa menos aun si la mayoría está de acuerdo con lo que se hace. No se necesita tener militarizadas las calles, asesinatos, persecuciones, presos políticos y exiliados (persecuciones, presos políticos y exiliados que ya tenemos después de la militarización de Pando) para vivir en una dictadura, esas son solamente apariencias; en el fondo, aunque las apariencias coincidan aceptablemente con las de una democracia, Bolivia ya vive una dictadura. Pero ahí están los bolivianos y la comunidad internacional, esperando a que lleguen las apariencias que bien podrían no llegar nunca.

viernes, 10 de octubre de 2008

En Cochabamba como en Atenas

Alrededor del año 550 A.C. el milagro de Atenas dio origen al primer mercado del libro. Inicialmente la obra de Homero, y luego escritos científicos como “Sobre la naturaleza” de Anaxagoras, compuesto por dos a tres rollos de papiro manuscrito (cada uno era considerado un libro), o la obra de Tucídides que describía veintiún años de guerra, compuesta por ocho libros, o la colosal obra de Platón. Por supuesto que comparados con los libros actuales eran escritos cortos, y por ser hechos a mano el tiraje era en muy pocas cantidades, pero ya en ese entonces, los jóvenes ávidos de conocimientos eran los principales compradores, se dice que se podía adquirir un libro por un dracma. En el 529 D.C. aun se leía el libro de Anaxágoras en Atenas, puesto que quedaba al menos una copia del mismo; el libro sobrevivió al autor por más de mil años, pero el emperador cristiano Justiniano prohibió las escuelas filosóficas paganas, con lo que el gran libro de Anaxágoras desapareció. Sin embargo, gran parte de las ideas que contenía sobrevivieron hasta nuestros días.

Dos mil años después de la aparición del primer mercado del libro en Atenas, Johannes Gutemberg inventaría la imprenta, con lo que se iniciaría un imparable proceso de difusión de ideas que ha cambiado a la humanidad para siempre. En nuestros días, dentro del orden global, afortunadamente parece muy lejana la posibilidad de que la libertad del pensamiento y de su difusión sean restringidas.

Hoy, miércoles ocho de octubre, se inaugura la Segunda Feria del Libro de Cochabamba, que estará abierta al público desde las 2030 horas en el salón de eventos del Club Social. Desde mañana nueve, hasta el diez y nueve de octubre, los horarios serán de 1500 a 2200 horas de lunes a jueves y de 1000 a 2200 horas de viernes a domingo. Son diez días imperdibles por el inmenso mundo del que los atenienses ni siquiera se imaginaron precursores, ni Platón debió haber sospechado jamás que dos mil años después de su muerte seguiríamos leyendo sobre su totalitaria República. Desde eruditos estudios sobre los más disímiles temas, pasando por libros sobre metafísica, novelas de todo género y cuentos, hasta libros de colorear y con pegatinas para nuestros niños, que mientras antes adquieran el bello hábito de la lectura mejor para ellos, y mejor para Bolivia; todo podrá ser encontrado y adquirido en la Segunda Feria del Libro de Cochabamba, organizada por nuestra esforzada Cámara del Libro de Cochabamba.

La asistencia de los ciudadanos es un elemento fundamental para el éxito de la Feria. Como siempre, una sola visita difícilmente nos brindará la posibilidad de hacer una revisión exhaustiva de todo lo que en ella se ofrezca, por lo que aconsejo dos o más visitas, para ver con calma y paciencia a por las obras que nos podrían interesar.

Recuerdo que en la Feria del año pasado, mi amigo Rodrigo Antezana, que había tenido la oportunidad de revisar concienzudamente cada stand, encontró un ejemplar de “El juego de Ender”, una novela de ciencia ficción de la que yo solamente poseía una fotocopia, por el increíble precio de veinticinco bolivianos; ni corto ni perezoso me apresuré a comprarlo, puesto que era el único y me fascina tener los libros originales. Allí adquirí, en Los Amigos del Libro, los tres volúmenes de “Bolivia: Certezas e incertidumbres de la democracia” de Jorge Lazarte, meses después, un docente me diría que es un libro difícil de encontrar. Verdaderamente, con algo de paciencia y tiempo, se puede hallar autenticas joyas y ejemplares escasos. Pero también es interesante lo que se publica de manera especial para la Feria; muchos autores presentan sus libros y tenemos la oportunidad de hacerlos autografiar. El año pasado Carlos Valverde me autografió “De los amores de la vida y los compromisos de la muerte”. Además adquirí la hermosa edición conmemorativa de “Cien años de soledad” entre otras cosillas interesantes.

Por cierto, la historia del primer mercado del libro en Atenas me la he robado del libro “En busca de un mundo mejor” del gran filósofo Karl Popper. Si no fuera por la lectura, no tendría de qué conversar.

jueves, 2 de octubre de 2008

Impotencia intelectual

La gente del gobierno es muy astuta, estamos, para variar, gobernados por zorros, puesto que han sabido aplicar y complementar el lloriqueo y la autovictimisación de la doctrina tercermundista, con el uso intensivo de propaganda de los comunistas y los nazis, con la organización de grupos de choque anti–disidencia al estilo de los facios de Mussolini, con especulación y chantaje empresarial de los peores capitalistas, y con un lenguaje cuasi religioso absolutamente despectivo para con los “infieles” de los fundamentalistas. Todo ello ha logrado que un gobierno con el peor manejo económico de los últimos veinticinco años, con la política de confrontación más absurda, habiendo causado muertes por acción u omisión, con una gestión de gobierno inexistente, con el uso sistemático de la mentira y la manipulación, con ataques regulares contra las libertades, con un irrespeto absoluto por la ley, y con otros elementos ya abundantemente puestos en evidencia durante los últimos años, siga contando con apoyo popular en algunos casos muy radicalizado e incondicional. Realmente son unos genios de la mentira y la maniobra, amos de la pose y la actuación, gurús de la demagogia y la politiquería; han dejado atrás a todos los que, desde 1985, se habían apuntado para participar en la competencia.

Sin embargo en todo ello hay un problema, lo antes dicho solo demuestra una gran habilidad para utilizar hábilmente elementos como la violencia, la mentira u otros, pero desnuda una inmensa incapacidad para enfrentar un gobierno, o un proceso de cambios, dentro del marco de la racionalidad argumentativa. Es decir, hay astucia para utilizar todos los medios que no contemplen la posibilidad de debatir, negociar, convencer, ceder, evolucionar, aprender, etc…

Ciertamente que hoy estamos en un proceso de diálogo en la búsqueda de generar un pacto, pero definitivamente no logro creer en el gobierno porque mientras supuestamente muestra voluntad de generar acuerdos, mantiene a Leopoldo Fernandez como preso político, lo juzga y lo condena unilateralmente, sin presentación de pruebas ni posibilidad de defensa, y hace público el juicio a través de la televisión con recursos del Estado; además mantiene la amenaza de seguir violando las leyes y cerrar nuevamente el congreso para mandar a referéndum un texto constitucional que igualmente fue aprobado con el único argumento de la fuerza y sin debates, análisis, ni nada.

Ayn Rand, una gran filósofa del liberalismo, decía que “el argumento de la intimidación es una confesión de impotencia intelectual” y ese es el problema de nuestro emperador y sus esbirros. Son muy inteligentes para utilizar astutamente la intimidación, pero son intelectualmente impotentes para conversar, son zorros para mandar, pero ineptos para gobernar.

Espero equivocarme, pero creo que para el gobierno el diálogo es solamente una pérdida de tiempo, que está obligado a realizar porque tenemos visitantes, pero que no pretende esperar demasiado (lo que impediría que se llegue a acuerdos), ni cumplir los acuerdos que de él se obtengan. A la luz de toda la evidencia de los últimos dos años y más de gobierno, no sería un comportamiento normal de parte del oficialismo el ceder, hacer pactos y respetarlos, es decir comportarse racionalmente. Lo normal sería romper el diálogo arguyendo un sinnúmero de razones que culpen a la oposición o, de llegar a acuerdos, incumplirlos interpretándolos de la manera que mejor les parezca, o simplemente incumplirlos porque “así lo exige el pueblo”, y de todos modos mandar, por decreto o por ley, con cerco o sin cerco, ese absurdo texto constitucional a referéndum y alcanzar de una buena vez por todas lo que se quiere desde enero del 2006, el poder absoluto.

Y la búsqueda de mecanismos para hacerse con el poder absoluto me recuerda a otra cita de Ayn Rand: “La ambición de poder es una mala hierba que sólo crece en el solar abandonado de una mente vacía” Cosa que viene a explicar el por qué de la impotencia intelectual de nuestros gobernantes.

miércoles, 24 de septiembre de 2008

Se pudre la oposición

Es evidente que el estado general de la oposición es desastroso, y en realidad hay personas que reemplazar, ideas que repensar, proyectos que desechar y rumbos que corregir en todos los frentes, pero definitivamente si hay alguien de quien la oposición tiene que deshacerse urgentemente es de don Tuto Quiroga.

Ya da lástima verle en televisión con sus declaraciones huecas de siempre, debatiéndose entre una supuesta ingenuidad o pureza angelical, o una contundente y patética estupidez. Durante nuestros últimos veinticinco años de democracia tuvimos muchas oposiciones, Jaime Paz Zamora, Sánchez de Lozada, e incluso Hugo Banzer Suarez, fueron de lejos mejores líderes de oposición que Jorge Quiroga. Y ni qué decir de Evo Morales, que lo único que sabe hacer es ser oposición, hasta cuando está en el oficialismo es capaz de hacerle creer a los bolivianos que a pesar de tener el poder y poseer los medios necesarios para generar empleos y acabar con la pobreza, siguen siendo los otros, y nunca él, los culpables de todos los males de la república. Pero don Tuto no, y es porque verdaderamente Tuto es un “tutito”, sin carisma, sin mística, sin convicciones y sin visión. Él y sus colaboradores son responsables de al menos la mitad de los fracasos de todo el movimiento opositor, no fueron Evo Morales, ni JL Exeni, ni Chávez, sino Tuto Quiroga y Podemos, quienes apostaron bobamente por la “polarización” en las elecciones del 2005, dejaron que desaparezcan los dos tercios de la Asamblea Constituyente, la extendieron en lugar de dejarla morir, aprobaron el referéndum revocatorio, y nunca presionaron lo suficiente para la restitución del Tribunal Constitucional, arguyendo, para todo esto, las razones más imbéciles. ¿Cuántas muestras más de ineptitud necesitamos para deshacernos de esta gente? ¿Cuántas oportunidades más les vamos a dar de ayudar al gobierno a hundirnos más? Y hablar de fraudes en el referéndum, del coronel Chávez, del Presidente de la corte, de la violencia del MAS, o de otros temas que por supuesto tienen su rol, no debe servir como justificativo a la incompetencia (o viveza criolla: por ahí dicen que Tuto, Oscar Ortiz, Luís Vásquez y Pinto hacen excelentes negocios con “empresarios” ex-políticos venezolanos mientras los bolivianos se matan) magistralmente demostrada por esta agrupación política.

No hay nada que perder, porque Podemos verdaderamente nunca significó nada, ni estructura partidaria, ni líderes prometedores, ni visión y programa integrales para Bolivia, ni historia ni presente ni futuro, ni siquiera un delegado en cada mesa para el referéndum… nada.

Por otro lado, el tema de la regionalización de la política está muy bien, y no es ninguna novedad desde el punto de vista de que conocemos el fenómeno por el proceso de surgimiento de líderes en el sistema político norteamericano. Es positivo desde el punto de vista de que descentralizada la política, se descentralizan los liderazgos, y tenemos mayores posibilidades de evadir la enfermedad caudillista de nuestra sociedad. A partir de la regionalización de la política tenemos dos opciones: 1. Que cada caudillo regional aspire a ser el máximo líder y el jefe de la oposición, con lo que conseguimos que cada uno de ellos se convierta en el líder de su territorio o de su tribu, y consecuentemente un grupo de oposiciones que a veces actúan como bloque y a veces por su cuenta, fáciles de dividir, desorganizados, y confundiendo a la gente. 2. Aprovechar el fenómeno para articular una dinámica nunca antes vista en Bolivia, a saber, la conformación de un movimiento político con múltiples líderes visibles y viables en las esferas nacional y departamental, pero que a partir de procesos de participación democrática sean ascendidos a una posición de liderazgo superior, con el compromiso de apoyar un proyecto y una visión de país, sin importar si “yo quería ser el jefe y perdí”.

Para todo ello, será necesario erradicar de la oposición todo lo que hiede, empezando por Tuto Quiroga y continuando con la Unión Juvenil Cruceñista y otros grupículos de ineptos que han ayudado, si, pero al oficialismo.

viernes, 19 de septiembre de 2008

Estructura de la sinrazón

Si Evo Morales dice que movilizar gente en las calles causando inestabilidad es un intento de golpe civil, yo le digo que tiene que ser muy sinvergüenza para hablar de golpes civiles uno de los autores del golpe civil de octubre del 2003.

La resistencia civil opositora podía incluir la toma de instituciones públicas, pero debería haberse hecho dentro del marco de la racionalidad y no quemando y destruyendo los bienes que al final de cuentas nos pertenecen a todos, aunque estén circunstancialmente en manos del MAS. Las acciones en este sentido, han sido idénticas a la quema de la prefectura cochabambina cuando, igual que critica Evo Morales hoy, se intentó un golpe civil al ex-prefecto Reyes Villa. De la misma forma las movilizaciones y marchas de protesta, que podían haberse llevado a cabo con pañuelos blancos, clásicos y odiados por Morales, pero que desde el momento que se convierten en expresiones de racismo, golpeando a lo que sea que se mueva con tal de que tenga un aguayo encima, y con frases tan estúpidas como “esa raza maldita”, se rebajaron al mismo nivel que las expresiones racistas e intolerantes del oficialismo. Esto y más, pone en evidencia que el conflicto se ha vuelto un asunto de nazis contra nazis. Por un lado los recalcitrantes seguidores del nacional socialismo aymara postulado por el infame García Linera, y por el otro los igualmente recalcitrantes seguidores del nuevo nacional socialismo defendido por grupículos de imbéciles como la Unión Juvenil Cruceñista. Que haya entre medio gente que auténticamente cree, en el primer caso, en las reivindicaciones indígenas y en la exigencia de mayores seguridades por parte del Estado, y en el segundo caso gente que acertadamente pretende defender una forma de vida donde la libertad individual esté por encima de cualquier otro valor, es más que seguro. Al igual que lo es que, en el primer caso, también hay gente que defiende al gobierno porque le han pagado para hacerlo, o porque quiere defender los privilegios de la nueva clase político burocrática en el poder, y en el segundo caso gente que igualmente defiende privilegios o la satisfacción estomacal natural. Todo ello ya no importa cuando presenciamos la lucha entre las dos visiones más viles de la bolivianidad, entre los dos grupos más intolerantes de la sociedad, la maldad contra la maldad, o como escribí líneas arriba, nazis contra nazis.

Eso me recuerda al absurdo pronunciamiento de UNASUR. ¿Que la devolución de instituciones públicas debe ser prerrequisito para el inicio de un diálogo? ¿Qué todo debe hacerse dentro del marco de la preservación de la integridad de Bolivia?... ¡No señores! De lo que se trata hoy es de preservar la vida humana, y ni las instituciones públicas, ni la sacrosanta integridad nacional son lo suficientemente valiosas como para dejar a la vida humana en segundo plano. Es más, tanto las instituciones públicas, como el Estado como tal, han sido creadas para preservar, mantener y mejorar la vida en sociedad, pero la vida al fin. Lo que implica, horror de horrores, y que me odien los nacionalistas chovinistas, que si para preservar la vida y la libertad de las personas, agotadas las posibilidades de acuerdos, es necesario que Bolivia se convierta en dos o más Estados, debe hacerse lo antes posible y sin que nos tiemblen las manos.

También debo decir, y en esto he recibido una ayudita de mi amiga Santa María de los Buenos Aires, que el pronunciamiento de UNASUR es, en gran parte, alcahueterío entre populistas. A doña Kristina, igual que en algún momento a Chávez y a todos los populistas del barrio, cualquier rato se le cae el castillo de naipes, y su irresponsabilidad y politiquería le cobran factura. Entonces también hablarán de “golpistas y desestabilizadores”, se reunirán en algún club de presidentes, y sacarán un pronunciamiento a favor de quien o quienes tengan problemas en su respectivo país. Hoy te apoyamos, mañana nos apoyas, y juntos convencemos al mundo de que los opositores son los malvados y nosotros los buenos. La típica cantaleta del tercermundismo, somos pobres, la culpa es del capitalismo, somos mediocres, la culpa es del imperialismo, somos pésimos gobernantes, la culpa es de las oligarquías, somos ineptos, la culpa es de la globalización, somos irresponsables, la culpa es del liberalismo, somos charlatanes, la culpa es de Mr. Danger, etc, etc, etc.

Y desde esta columna, a nombre de todos los defensores de la Sociedad Abierta, la libertad individual, la libre competencia, la generación de riqueza, la democracia liberal, la igualdad de oportunidades, el orden espontáneo y el Estado mínimo, decirle a Mr. Chávez: ¡¿Por qué no te callas?!

jueves, 11 de septiembre de 2008

Mesista acérrimo objeta

La semana pasada, en esta misma sección, Luís Christian Rivas escribió sobre la contribución del ex-presidente Carlos Mesa en el proceso de desinstitucionalización del Estado boliviano, e incluso pareció descalificarlo para opinar al respecto.

Permítaseme comparar la situación de octubre del año 2003 con un sistema a vapor cuya presión está excediendo los límites que puede soportar. Lo más lógico entonces, y si no se quiere que el sistema colapse, es disminuir la presión a través de los reguladores de presión creados para tal efecto, en este caso, los partidos políticos, cuya principal función es la de canalizar las demandas de los ciudadanos hacia el poder gubernativo o hacia ellos mismos. Demandas como mayor democracia interna, mayor honestidad y menos demagogia, orientadas a los mismos partidos; o demandas como mayores y mejores empleos, cambios en las políticas hidrocarburíferas y otros, que no fueron atendidas nunca por nuestros viejos politiqueros (prueba de ello es que en “Certezas e incertidumbres de la democracia” de Jorge Lazarte, editado en 1993, ya la gente pedía reformas políticas que los partidos se negaban a llevar adelante) Entonces, los reguladores de presión del sistema que debieron haber actuado oportunamente, estaban defectuosos. Al Presidente Carlos Mesa se le entrega un sistema a punto de colapsar por tanta presión, y con los reguladores inservibles, inhabilitados e inoperantes. La opción lógica, antes de que la máquina se destruya, era crear válvulas de escape. Esas válvulas de escape se tradujeron en la incorporación de reformas políticas como el referéndum, la desmonopolización de los partidos y la asamblea constituyente, de las cuales solamente la última fue introducida sin existir en la ley de necesidad de reforma de la legislatura anterior.

Ahora que conocemos los resultados de dichas medidas, que no disminuyeron las presiones y más bien debilitaron el sistema, es muy fácil criticar a Carlos Mesa; después de que entonces muchos rogábamos porque salve al país. Sin embargo es bueno recordar que las reformas introducidas a la Constitución el año 2004 no se hicieron por decreto, por lo tanto la responsabilidad de ellas no es solamente de Mesa, sino también de todos los viejos políticos que estaban en el Congreso y podrían haber hecho alguna mejor propuesta. Porque si no estábamos de acuerdo con la solución planteada, en aras de la estabilización política, económica y social del país, era necesario mostrar salidas alternativas. ¿Cuál era la salida alternativa? ¿Más derramamiento de sangre? ¿O la estupidez que escuchamos la semana pasada del estúpido parlamentario del Mas, Félix Rojas, que decía: “este es el Estado boliviano, al que no le guste que se vaya”? Estoy seguro de que de haber existido una salida más segura Carlos Mesa hubiera optado por ella, pero no escuché a nadie con una mejor propuesta entonces, y no escucho a nadie que acompañe su crítica con mejores propuestas hoy.

Por otro lado creo que es injusto equiparar a Carlos Mesa, introduciendo la asamblea constituyente en la Constitución, buscando pacificar el país, tratando de reparar todo el daño causado por décadas de politiquería, y equivocándose sin saberlo, con Evo Morales, tratando de confrontar al país en su favor y buscando la forma de mantenerse en el poder por muchos años, a sabiendas de que está destruyendo la nación en el proceso.

En el mejor de los casos se puede afirmar que Carlos Mesa cometió un error al incorporar dichas reformas, pero por honestidad intelectual debemos reconocer que fue un error cometido de buena fe. Buena fe que nadie quiso acompañar, ni los partidos políticos, ni los movimientos sociales, ni Evo Morales, ni algunos movimientos cívicos y medios de comunicación. Y eso lo hace muy distinto de Evo Morales, que al violar la ley porque le da la gana y cuando le da la gana lo que hace es cometer un delito con premeditación y alevosía.

Carlos Mesa fue un presidente con demasiados principios, con demasiada buena fe, con demasiada altura para nuestra sociedad, definitivamente un presidente que no merecíamos… hoy, tenemos el presidente que merecemos.

viernes, 5 de septiembre de 2008

Lo que debió decir Puente

Es curioso el parecido entre los prefectos oficialistas. Hace poco Rafael Puente declaraba que no haría ningún reclamo por los recursos económicos provenientes del IDH confiscados a la prefectura porque “nos sobra plata” y me recordó al Prefecto de Potosí, que después de que los potosinos se han quejado durante décadas por haber mantenido a Bolivia con la minería y no haberse desarrollado plenamente, y teniendo hoy la oportunidad de recibir el mismo favor de las regiones productoras de hidrocarburos, declaraba durante el diálogo del mes de enero, que Potosí no necesitaba dichos recursos.

Claro, a Potosí y a Cochabamba les sobra plata, tan es así, que son las regiones con menor índice de pobreza, con mayores oportunidades de empleo y generación de riqueza, y con la mejor infraestructura civil del país. Todos los bolivianos ambicionan migrar a Cochabamba o Potosí porque, de lograrlo, sus futuros están asegurados. Y yo creo que si nos sobra tanta plata como dicen nuestros prefectos, deberíamos crear agencias de cooperación para los países menos afortunados que podemos encontrar por doquier en África. Dos poderosas regiones como las nuestras, hartas de inversión y riqueza, sin ninguna necesidad, con dinero para botar, deberíamos financiar proyectos de desarrollo para sacar a los países africanos del atraso.

Pero más allá del sarcasmo, creo que si Puente fuera tan honesto como me habían hecho creer los cochabambinos (o él les había hecho creer a ellos), lo que debería haber dicho es que no va a hacer ningún reclamo por los recursos del IDH porque él no está en esa prefectura para defender los intereses de la región ni mucho menos, sino para neutralizar a Cochabamba como región contestataria y de esa forma defender a su gobierno. Debió haber dicho: “Yo soy un Prefecto nombrado por el Presidente Morales, es obvio que no voy a hacer nada que perjudique la imagen y la gestión del Presidente Morales. Estoy aquí como una garantía de que desde Cochabamba no va a tener más problemas” Eso hubiera sido un acto de verdadera honestidad.

Otra cosa que debería haber dicho a los periodistas, esos sucios y vendidos, es: “Mi gestión va a ser diametralmente distinta a la de Reyes Villa, olvídense de caminos, riego y puentes, el único Puente que van a tener conmigo soy yo. Cochabamba ya ha manifestado que esas gestiones ejecutivas son incorrectas, así que no se preocupen, si nos ven entregar obras será porque las inició la anterior gestión, y no porque nosotros tengamos la intención de entrar en la dinámica del obrismo” por otro lado, un elemento muy importante que debería haber destacado es a lo que se va a dedicar porque, ya que nos sobra plata, por lo tanto no hay pobreza ni desempleo, porque hay demasiado desarrollo y riqueza en nuestra región, y consecuentemente no nos hace falta nada, entonces a alguna cosa se tiene que dedicar el nuevo Prefecto. En este sentido la declaración debería haber sido más o menos así: “Nosotros nos vamos a dedicar a neutralizar a los posibles elementos que pudieran constituirse en piedras en el zapato para nuestro Presidente. Empezando por el anterior prefecto, a quien nos encargaremos de inventarle los actos de corrupción que fueran necesarios, y las negligencias suficientes, de tal manera que podamos terminar de convencer a Cochabamba de que los únicos que merecen sus favores somos nosotros. Entonces, nuestra principal labor se resumirá en echar barro a gestiones anteriores, y en constituirnos en una prefectura del oficialismo, muy sumisa y complaciente, pero absolutamente contraria a las regiones opositoras” Cosa que, ahora que el Presidente decidió ser un autócrata, gobernando por decreto como cualquier dictador, violando las leyes a placer y concentrando el poder del gobierno en un solo órgano, es urgentemente necesaria ¿Qué mejor que un grupículo de sujetos en las prefecturas, justificando que el Presidente sea impunemente poderoso?

Después de una declaración como esta, uno podría haber admitido e incluso admirado la honestidad que supuestamente caracterizaba a Rafael Puente. Porque en resumidas cuentas eso es lo que va a suceder de hoy en adelante en Cochabamba, lo mismo que en Potosí. Claro que no hay que quejarse demasiado. Después de todo, más Potosí que Cochabamba, pero ambos, votaron por lo que están recibiendo. Como ambas regiones deben estar muy bien en sus índices de desarrollo, es de esperar que los ciudadanos continúen contentos y no se quejen del “nuevo estilo” prefectural. Los únicos con moral para quejarnos somos quienes le dijimos “no” al Presidente y sus acólitos.