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jueves, 5 de mayo de 2011

Morales paga las consecuencias de sus actos

El peligro del descontrol de las demandas sociales, así como de la certeza de que los grupos movilizados que ejercen suficiente presión sobre el gobierno pueden lograr prácticamente cualquier objetivo, fue objeto de muchos análisis y advertencias desde hace más de una década.

Personalmente, desde el año 2007 he estado tratando de poner en alerta tanto a gobernantes como a líderes políticos, sobre los peligros de la desinstitucionalización y posterior destrucción del Estado boliviano. Ello en el afán de prevenir la formación de un orden social autoritario, en que los que se movilicen y griten más fuerte tengan preeminencia sobre todos los demás, e incluso sobre la libertad y los derechos de todos los demás.

Las advertencias y recomendaciones, sin embargo, no fueron escuchadas por los protagonistas y corifeos de la era Morales, que ingenuamente parecieron creer que la liberación de ese irracional monstruo de los movimientos sociales sin límites, podría ser controlada en base a consignas absurdas como “el gobierno de los movimientos sociales”, “Evo obedeciendo al pueblo”, etc. Ello en términos prácticos es imposible, y lo ha sido allí a donde se ha intentado, terminando por ser los aprendices de brujos quienes acaban sirviendo a los demonios que ha liberado, y no al revés.

Morales y su pandilla han sido los causantes de la destrucción institucional del Estado boliviano, inhibiendo la rearticulación espontánea de liderazgos políticos tanto dentro como fuera de su partido, trabando los mecanismos constitucionales anteriores y actuales de renovación de autoridades, convirtiendo al Órgano Legislativo en un conjunto de marionetas complacientes con sus exigencias, invadiendo políticamente el Judicial y el Electoral, e incluso incrustando líderes funcionales en organizaciones ciudadanas de toda índole.

Adicionalmente, se le ha dicho a las personas que el Estado les debe todo: vivienda digna, trabajo digno, salud digna, salario digno, educación digna, agua digna, electricidad digna, gas digno, telefonía digna, bonos dignos, etc. Todo cuanto no debe ser ganado a través del trabajo y esfuerzo del ciudadano, sino que éste ya lo merecería como compensación por siglos de explotación por parte de los malvados oligarcas pro imperialistas.

Puestas así las cosas, no me sorprende que hoy esos mismos movimientos sociales, integrados por esa misma gente a la que se ha convencido de que se le debe todo, exijan que el gobierno les consulte cualquier acción antes de ser ejecutada, y les entregue la parte del pastel que les corresponde por derecho y por dignidad histórica.

Tampoco tendría que sorprendernos que estas personas utilicen las ya probadamente efectivas medidas de presión del bloqueo, la huelga y el enfrentamiento, buscando los beneficios gratuitos que se les ha dicho merecen, y en otros casos protegiendo el fruto de su esfuerzo y trabajo de las rapaces manos del Estado (en el caso de los seguros por ejemplo), pues todo ello es la consecuencia de la destrucción del Estado boliviano.

Lo que no deja de sorprender es la hipocresía del Presidente, Vicepresidente y demás alarifes, que habiendo derrocado gobiernos y llegado al poder haciendo uso de esa clase de medidas de presión, ahora resultan indignados cuando otros las usan.

Me encuentro en la encrucijada de abogar por la reconstrucción institucional republicana de Bolivia y, al mismo tiempo, aceptar que la gente tiene derecho de exigir que el gobierno les otorgue todos los beneficios gratuitos que les ha prometido.

6 comentarios:

Mario dijo...

Y van a seguir en cero tus comentarios, hasta que seas objetivo. Vos y la gordita resentida que tiene su programa 'llame y péguele al indio, nosotros somos gente bien' en RTL, son la misma cosa.
Señalen una buena, y se podrá escuchar/leer lo que digan como crítica.

COlmos dijo...

Pues si miras hacia afuera, sales a las calles y ves las noticias, verás que no soy el único que opina así.
De todos modos, como no has dicho puntualmente cuál de mis comentarios no es objetivo, no puedo responder a tu observación.
Y, por cierto, mis comentarios no están en cero, gracias a ti.

Mario dijo...

No me refería a una parte del post en especial, tu no eres objetivo nunca, al referirte a la gestion de gobierno actual. Entiendo... como varios de tus amigos periodistas, eres oposicion, y en teoria es lo que la oposicion hace, pero desde un marco politico, al menos asi deberia ser, fundá un partido y tratá de tomar parte de la torta, es lo que corresponde.

Y ya van 3, aunque el tuyo no deberia contar, no?

COlmos dijo...

A ver. En primer lugar, usted está muy confundido si cree que yo soy periodista. Si lee mi perfil, verá que lo que soy es analista político, que es muy diferente.
Un periodista da información, y debe proveerla tal y como llega, narrando hechos y evitando verter opiniones.
Un analista político utiliza la información para crear opinión, la interpreta y la analiza, saca conclusiones o forma hipótesis, y las da a conocer.
Entonces que quede claro, no soy periodista.
En segundo lugar, este post, igual que todos los demás, tiene elementos de valor que pueden ser cuestionados. Usted dice cuestionar todos y me parece bien, tiene la libertad de hacerlo y está en su derecho, pero no puedo darle respuesta a una observación tan general.
En tercer lugar, sí soy objetivo, pues objetividad no es, como probablemente usted cree, no criticar a nadie o criticar a todos por igual. La objetividad consiste en tomar hechos concretos, datos y declaraciones, es decir, cosas verdadera (la información) para construir un juicio de valor. Nunca me baso en mentiras para opinar, eso me hace objetivo. Que mis conclusiones no le gusten, es una cosa muy diferente.

Mario dijo...

Si sabia que no eres periodista, y es excelente la definicion q das de periodismo... ojala la leyeran tus amigos periodistas '...narrando hechos y evitando verter opiniones'
Pero no es cosa de gustos... algunas de las cosas q dijiste alguna vez, tenian fundamento y razon, pero la forma es el problema; no puedes ocultar tu antipatia hacia el presi y a su mal llamado proceso de cambio, y eso eso lo que te hace un analista sin objetividad.
No le pediría a un analista politico extremista musulman su opinion sobre USA...

COlmos dijo...

Bueno, eso de la forma me parece más un asunto de estilo que de rencor personal. Como prueba de ello puede usted leer:
http://www.bolpress.com/art.php?Cod=2009112309
En este otro artículo de mi autoría utilizo el mismo estilo de ironía y sarcasmo que a veces me sale, porque, debo aclarar, no siempre estoy con humor mafaldezco.
Pero en todo caso, gracias por la observación que, puesta así, es totalmente bienvenida. Lo consideraré como una sugerencia de ser menos agrio.