Secciones

jueves, 20 de marzo de 2008

Ser trasquilado ¿otra vez?

Estoy convencido de que es un gran error tratar de jugar al poker sin ases bajo la manga y con nuestros corazoncitos de pollo, frente a un gobierno calculador (más allá de que sus cálculos siempre fallen), frío y tramposo. Estoy segurísimo de que están aceptando la mediación de terceros simple y llanamente porque están desesperados por detener la insurgencia de las regiones. Creo firmemente además, que su propósito no es reconsiderar nada de lo que han hecho hasta ahora, sino simplemente hacer una pausa distractiva, deteniendo a la ciudadanía para reiniciar su marcha, igual de avasalladora, igual de destructiva, igual de autoritaria y deshonrosa.

Ninguno de los departamentos del país debe detenerse. Si el gobierno de Evo Morales quiere diálogo tendrá que anular todo hecho autoritario consumado hasta hoy, ya no basta con aceptar la presencia de mediadores (tarde marqués) Desde mi criterio, lo que se requeriría para construir un escenario de diálogo hoy, pasaría por muchos aspectos: inicialmente nombrar a los miembros del Tribunal Constitucional (sin cercos y siguiendo la normativa), restituir la imparcialidad de la Corte Nacional Electoral (adiós J. L. Exeni) nombrando a todos sus vocales (sin cercos y según normas), obviamente anular todo lo aprobado en los cierres temporales del congreso perpetrados por los grupos de choque del MAS, y realizar, con ayuda de organismos internacionales, una auditoria a los sistemas y bases de datos de la Corte Nacional Electoral.

¿Qué hacer con el proceso constituyente? Para mí existen dos opciones: 1. Declarar lo hecho en la Asamblea Constituyente Proceso pre-constituyente de algunos sectores del país, realizar una nueva elección de asambleístas, y reiniciar un proceso nuevo. Todo dentro del marco de una ley de convocatoria a prueba de bobos y tramposos, tan clara y bien redactada, que impida que se repitan estupideces como la anulación de los dos tercios. 2. Introducir algunas de las propuestas del texto constitucional del MAS y sus grupos de choque, previamente consensuadas (sin cercos y respetando la normativa), en la actual constitución a través del proceso de reforma parcial.

Pero lo que he escrito, desde “Ninguno” hasta “parcial.” seguramente parecerá inaceptable a los del gobierno. Igual de inaceptable que sería detener los procesos de referéndums de las regiones sin el previo cumplimiento de las condiciones antes descritas. Por cierto, habría que ser muy idiota para pensar que estas condiciones son imposiciones de la radicalidad o la inflexibilidad. En realidad es el gobierno mismo el que se ha autoimpuesto condiciones cada vez más difíciles de cumplir, a través de la falta de credibilidad y la desconfianza que ha causado con sus actos. En la Biblia dice “por sus hechos los conoceréis” y por sus hechos el gobierno ha demostrado que no es de fiar, que con ellos hay que actuar como uno lo haría frente a un conocido estafador a quien tiene que prestarle dinero, cuidándose de todas las formas legales posibles, y exigiendo todas las garantías y condiciones necesarias para intentar, aun con posibilidades de fracaso, salir del negocio sin ser trasquilado… otra vez.

Insisto en que los referéndums de las regiones son legales y legítimos, y son un avance hacia la democracia participativa. Notarán que ninguna de las regiones le está pidiendo al pueblo salir a cerrar el congreso, bloquear calles o cosas similares. A diferencia de las “iniciativas populares” de los grupos de choque del MAS, que no son otra cosa que la imposición de minorías movilizadas sobre la gran mayoría del pueblo boliviano, los procesos participativos de las regiones son impulsados por verdaderas iniciativas ciudadanas que no pretenden imponer su voluntad a nadie, sino que buscan, dentro del marco de la participación de todos, con un espíritu democrático que no discrimina por color, idioma, procedencia ni ningún otro aspecto, que la ciudadanía decida si acepta o rechaza las iniciativas de la misma ciudadanía.

Cuando los grupos de choque del MAS se movilizan, utilizan el autoritarismo, ignoran a resto de los bolivianos, e imponen su voluntad por la fuerza, sin consultar a sus compatriotas. Cuando se pone en práctica la iniciativa ciudadana, una parte del pueblo pone a consideración de todo el pueblo una idea, y entre todos, de manera participativa y sin discriminar ni ignorar a nadie, deciden si la idea es buena o no. Usted elige, el autoritarismo avasallando a la democracia, o la democracia como forma de vida.

No hay comentarios: