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jueves, 31 de julio de 2008

Instituciones, autonomías y estúpidos

En sus afanes por conseguir sus metas, en su deseo de eliminar al adversario o simplemente por sus ánimos guerreros, casi todos los movimientos políticos y hasta ciudadanos están cometiendo un monumental error, a saber, atacar la institucionalidad sin ton ni son, y sin meditar en las consecuencias que ello podría acarrear a mediano y largo plazo.

Las cortes electorales, por ejemplo, están siendo acosadas por las más disímiles demandas provenientes de todos lados. Que si tienen que seguir adelante con el referéndum revocatorio, que si tienen que rechazarlo, que si continúan les vamos a demandar, que si lo detienen serán enjuiciados. Hemos llegado al absurdo antidemocrático y fascista de amenazarlas con ser tomadas por movimientos sociales si se pronuncian contra el referéndum revocatorio, y ni que decir de las muchas amenazas y sugestivas llamadas que estarán recibiendo, entre anónimas y no anónimas, de gentes que les piden renunciar, pronunciarse, o quién sabe cuantas cosas más. Pobres quienes, en un momento en que la institucionalidad (la poca que queda) estorba a veces a unos y otras veces a los otros, tratan de defenderla desde el fondo de sus conciencias.

Yo creo en la honestidad de la mayor parte de los vocales de las cortes electorales… para ser más claro, debo decir que solamente dudo de la integridad del señor Exeni. Pero la duda sobre una persona no es suficiente para que destruyamos y ataquemos la institución, y menos aun si ésta esta compuesta por muchas personas, cuya integridad no está en duda. Entonces, creo que debemos exigir que todos, oficialistas y opositores, dejen en paz a las cortes electorales.

Otra estupidez es la cometida por el gobierno al atacar a la magistrada Salame del Tribunal Constitucional. El ministro es estúpido cuando vierte criterios tan irracionales contra ella, y es doblemente estúpido porque no se da cuenta (o tal vez si) de que en realidad está atacando, desde el Estado, a un órgano fundamental del mismo. A estas alturas sería ingenuo pensar que al MAS le importa en algo la institucionalidad ¡si fueron ellos los que descabezaron al Tribunal Constitucional! Son ellos, los que desde el Estado, están destruyendo al Estado. Pero valga la redundancia, porque la hago deliberadamente y con mucho gusto, el ministro es un estúpido de atar.

Si al MAS y a sus aliados Podemos y UN les interesara el retorno a la legalidad, si de verdad estuviesen preocupados por la constitucionalidad, ya habrían nombrado a los miembros faltantes del Tribunal Constitucional. Pero seamos sinceros, a los únicos a los que nos interesan esas cosas, es a los ciudadanos que no tenemos ningún poder para conseguirlas. Eso es, por supuesto, obvio ¿para qué sirven las constituciones? Para limitar el poder del Estado, y por lo tanto de los políticos ¿Quién se hace cargo de velar por que la Constitución se cumpla a cabalidad, y por lo mismo, porque el poder de los políticos sea efectivamente limitado? El Tribunal Constitucional. Entonces, es como pedirles a los ratones que ellos mismos busquen un gato para la casa; lo harán, por supuesto, el día que la luna sea de queso.

Otros estúpidos son los responsables del retraso del proceso autonómico cochabambino ¿quiénes son? El Comité Interinstitucional. Se que a muchas personas de dentro del Comité les molestará que generalice de esa forma, pero si les molesta lo suficiente, tienen que ser capaces de decir claramente, con nombres y apellidos, quiénes son los responsables de que se esté jugado con la ilusión de decenas de miles de cochabambinos que firmamos por un nuevo referéndum autonómico, tratando de utilizar los libros para favorecer sus intereses personales, pretendiendo utilizar la bandera autonómica, pero sobre todo y más grave, guardándose los libros firmados por ciudadanos, para fortalecer, consolidar o posicionar una candidatura para las elecciones municipales o prefecturales.

A ver si se enteran muchachos, toda esa porquería de maniobras políticas, falta de respeto a la ciudadanía, y deshonestidad, entre otras cosas, han sido el caldo de cultivo para el nacimiento del MAS, que reproduce, no peor, sino exactamente igual los mismos vicios. Es facilito, mientras el comportamiento deshonesto y politiquero continúe, el MAS continuará; mientras ningún político muestre que tiene la talla de estadista, de los que dicen la verdad incluso a costa de su popularidad, de los que creen en algo y lo defienden incluso cuando no está de moda hacerlo, Evo Morales continuará. Las oposiciones tienen el oficialismo que merecen, después no se quejen.

jueves, 24 de julio de 2008

¿Arruinarla para cambiarla?

El martes de la semana pasada vi a Adolfo Mendoza, miembro de la REPAC, en el programa “Que no me pierda” de la red UNO, desnudando la que me perecería una vil estrategia de propaganda a favor del texto constitucional del oficialismo. Cuando Mauricio Méndez planteaba lo injusto de las reglas de juego del referéndum revocatorio, Adolfo promocionaba su texto constitucional diciendo que en él se establecían reglas de juego justas y que quienes impulsaban los referéndums eran los ciudadanos y no las autoridades. Luego hizo referencia al hecho de que en dicho texto constitucional, aprobado con muchas ilegalidades y con tres muertos, y modificado del cuartel de Sucre a Oruro y de Oruro a La Paz, contempla la figura de las autonomías, demandadas por varios departamentos del país. ¿Será que el MAS está intentando utilizar la desinstitucionalización como pretexto para conseguir el apoyo de los ciudadanos para un texto constitucional que tiene tantísimos peros, ambigüedades e incoherencias?

Pareciera que la estrategia es violar la constitución vigente lo más que se pueda para demostrar que no sirve, transgredir sistemáticamente los preceptos constitucionales para que parezca que la actual Constitución no es capaz de acompañar la dinámica y las demandas sociales, y que por lo tanto, es necesario y hasta urgente, aprobar el texto por el que se han generado tantos problemas y confrontación. Esta estrategia, si bien puede dar algunos frutos para el oficialismo, y además de ser una falacia, sería una canallada a expensas de los ciudadanos que no tienen ni idea del derecho constitucional y sus procedimientos.

Una falacia por dos razones: En primera instancia porque es obvio que si ya va cerca de un año que no se restituye el Tribunal Constitucional, puesto que no les da la gana de hacerlo ni a los del MAS ni a sus aliados de Podemos, y sin importar cuan avanzada o maravillosa pueda ser cualquier Constitución, se irán acumulando cada vez más actos, normas, y eventos cuya constitucionalidad esté en duda, pero no porque la Constitución no sirva, sino porque precisamente para eso se crearon los tribunales constitucionales, porque nunca faltan los que, aun con esa institución funcionando, intentan llevar adelante alguna acción inconstitucional. Tan solo pongámonos a pensar, si funcionando el TC existían autoridades que llevaban adelante acciones inconstitucionales, que dicha instancia tenía que anular (como el desafuero al diputado Evo Morales en las gestión del funesto Jorge Quiroga), es más que obvio, y no hay que ser un gran adivino para deducir que al no funcionar dicha institución, encargada de velar por el control de la constitucionalidad, van aparecer cada vez más acciones, y cada vez menos disimuladamente inconstitucionales. ¿Eso es porque nuestra Constitución Política del Estado no sirve? ¿Por qué no satisface las demandas y necesidades ciudadanas? No, es porque hemos dejado al gato fuera de combate y ahora los ratones viven una fiesta indefinida.

En segundo lugar, es un argumento falaz porque todas las demandas y necesidades de la dinámica social pueden ser introducidas en el actual texto constitucional a través del procedimiento de las reformas parciales. ¿La revocatoria de mandato? Con reglas justas y como iniciativa de los ciudadanos puede, perfectamente, ser incluida en la Constitución Política vigente. ¿Las autonomías departamentales? Con claridad en atribuciones nacionales y departamentales, en consenso con las regiones, y ajustando muchos puntos de los estatutos autonómicos, pueden ser incluidas en la Constitución Política vigente. ¿La representación indígena? Aunque no estoy de acuerdo con las discriminaciones positivas o negativas, también puede ser incluida en nuestra Constitución; además especificando a qué será proporcional dicha representación, y no como en el texto del oficialismo que simplemente dice “proporcional” y que da lugar a interpretaciones como: 1. Proporcional a la representación no indígena (50% y 50%). 2. Proporcional al 65% de indígenas que existen en Bolivia según el último censo. 3. Proporcional al porcentaje real de indígenas que hacen vida comunitaria, que aplican el intercambio en lugar de la moneda, etc.

Entonces que quede claro, los innumerables actos inconstitucionales e ilegales tanto de oficialistas como de opositores, no son causados por la necesidad de nuevas leyes (que sin embargo deben cambiar evolutivamente), sino porque estamos rodeados de una gran cantidad de ineptos que han aprovechado la inestabilidad política e institucional para tratar de hacer lo que les venga en gana, en lugar de esforzarse por restituir el Estado de Derecho.

jueves, 17 de julio de 2008

¿Cuáles dilemas?

Últimamente escucho a muchas personas expresar su confusión o decir que se encuentran frente a un dilema cuando piensan en qué decisión tomar para el diez de agosto. Aparentemente esto se debe al sinnúmero de elementos políticos que han confluido en la coyuntura y, especialmente, en el debate para el referéndum revocatorio.

Es así que algunos creen que decirle “no” a Evo Morales sería equivalente a decirle “si” a Tuto Quiroga, Manfred Reyes y/o la autonomías. O tal vez decirle “no” a Morales sería como manifestar el deseo de volver a las “antiguas” prácticas políticas. Otros creen que el hecho de participar en el referéndum sería avalar una ilegalidad, y por ello, consideran la posibilidad de abstenerse o tal vez anular su voto. Algunos piensan que, a juzgar por las reglas injustas impuestas por el MAS y Podemos, lo que deberían hacer es votar “no” al MAS y anular su voto en la parte de la papeleta referida a las prefecturas.

Pero veamos las cosas de manera más lógica. ¿La ley aprobada por los tontolones de Podemos es injusta e inconstitucional? Si, pero ¿podemos hacer algo al respecto? ¿Exigir que se hagan los nombramientos del Tribunal Constitucional? esa es una buena opción, pero a estas alturas difícilmente los van a nombrar antes del diez de agosto, porque además no les conviene, hablan mucho de legalidad pero en el fondo se sienten muy cómodos cometiendo delitos. ¿Evitar que se realice el referéndum por la fuerza? No, eso sería caer en las mismas actitudes antidemocráticas y fascistas del gobierno y sus grupos de choque. ¿No votar, votar blanco o votar nulo? Cada ciudadano tiene el derecho de hacerlo en cualquier elección, pero en el caso particular del referéndum de la alianza MAS-Podemos, no solucionamos nada, de todos modos el acto eleccionario se va a llevar adelante. Entonces la única opción que nos queda como ciudadanos es votar. ¿Que votando estamos avalando una ilegalidad? Es cierto, pero hay cientos de simpatizantes del MAS y de Podemos (si es que aun le quedan) que van a avalar las trampas y cochinadas de sus partidos, y que van a estar chochos de la felicidad si nosotros decidimos no votar en repudio a sus triquiñuelas. Entonces, una vez más, tenemos que olvidar lo que quisiéramos, o lo que debería ser, y tomar decisiones en base a lo que es, y hacer lo que podemos hacer que, creo yo, es votar en esa porquería de referéndum.

En cuanto a las otras disyuntivas, las preguntas del referéndum se refieren solamente a la continuidad o no de las gestiones de ciertos funcionarios públicos, así de simple, los ciudadanos que estén conformes y de acuerdo con el desempeño y la visión del Presidente, votarán porque se quede, y si están de acuerdo con el desempeño y la visión del Prefecto, también le pondrán un “si”. Y voy a poner un ejemplo claro: El ciudadano Jorge Lizandro Coca Olmos, que tanto ha criticado la gestión de Evo Morales, que se ha cansado de decirle al Presidente que no haga las cosas tan mal, que ya está harto de tanta insensatez, de tanta mentira, de todo el discursito llorón y confrontacional del racismo, de la pésima administración económica, de la desastrosa política exterior, de las ilegalidades e inconstitucionalidades, del cinismo de García Linera, y de otras tantas barbaridades, va a votar porque Evo Morales y todos sus compinches se vayan. ¿Eso quiere decir que Lizandro Coca le dice “si” a Tuto? ¡Claro que no! Seguro habrá alguna otra oportunidad para mostrarle a los mentecatos de Podemos que son iguales o peores que los del MAS, con ellos nos las veremos en elecciones municipales o prefecturales, y entonces pagarán el precio por ser los mismos politiqueros de siempre. Mi voto por el “no” a Evo Morales no implica apoyo a nadie en específico, lo que significa es que creo que merecemos y somos capaces de generar y de tener algo mejor, mejor que lo que había antes de Evo y mejor que Evo ¿o somos tan ineptos como para estar condenados a tener mediocres en el gobierno? Yo creo que no.

En cuanto a la autonomía, soy autonomista con o sin referéndum revocatorio, y seguro que hay gente que puede votarle “no” al Presidente pero también estar en contra de las autonomías, eso no tiene ninguna relación. Autonomía es algo que se verá si es que algún día dejan de pelearse por miserias en el Comité Interinstitucional y ponen en marcha el referéndum autonómico de Cochabamba.

¿Decirle si a Manfred? Le voy a decir que “si”, pero no porque le diga “no” a Evo Morales, sino porque la segunda parte de la papeleta me pregunta si estoy de acuerdo con la gestión del Prefecto y yo sigo pensando que Reyes Villa es uno de los mejores en lograr gestión pública eficiente.

Para mi la cosa es así de simple.

jueves, 10 de julio de 2008

Requerimiento de personal

El gobierno nacional requiere de historiadores o historiadoras con grado de aprendices o mediocres. El buen criterio y la racionalidad no deben ser parte de sus cualidades, más bien se necesita que sepan cumplir órdenes sin chistar, y sean capaces de proponer cualquier barbaridad como nueva historia de Bolivia. Los escrúpulos y principios morales serán considerados causales para su rechazo.

Para postular al cargo de historiadores o historiadoras oficiales del gobierno, deberán presentar en un sobre cerrado los siguientes documentos: 1. Fotocopia de su cédula de identidad (de las dos o las tres, en caso de que sean ciudadanos que pretenden votar más de una vez para apoyar el proceso de cambio) 2. En caso de ser historiadoras, deberán incluir una fotografía de cuerpo entero. 3. No es un requisito fundamental, pero se dará preferencia a los y las postulantes que adjunten un aval del instrumento político MAS.

Además deben incluir dentro del sobre una propuesta de nueva historia de Bolivia, en la que se deberá mostrar lo siguiente:
1. Las grandes cualidades de Evo Morales, que hacen que Bolívar y Sucre queden pequeños, y que Andrés de Santa Cruz deje de ser el primer presidente indio de Bolivia y quede como un pinche oligarca.
2. Las portentosas dotes de estadista de Morales, que superan con creces a Benito Juárez.
3. La increíble vocación pacificadora de Evo, que deja a Nelson Mandela como un piojo tuerto.
4. La excelencia de la gestión económica del gobierno del MAS, que aunque no disminuyó la pobreza, no generó empleos, incrementó la deuda interna, perdió mercados de exportación, destruyó el aparato productivo, y alentó la inflación, nos puso en el camino de ser la nueva Suiza del planeta.
5. La manera magistral en que se manejaron las relaciones internacionales, amistándonos con el dictador de Cuba, el autócrata de Venezuela, el fanático fundamentalista de Irán, y el pedófilo de Nicaragua, a la vez que entorpeciendo las relaciones con la Unión Europea, acusando sin pruebas a Estados unidos de lo que nos dio la gana, y enemistándonos con Perú y Colombia porque sus presidentes hacen las cosas mejor que nosotros, pero a alguien tenemos que culpar de nuestros males.
6. La nueva definición de justicia en política interna, favoreciendo a todos los grupos y personas que apoyan el proceso de cambio, permitiéndoles marchar, bloquear, destruir, linchar y quemar, mientras aplicamos la represión contra cualquier movimiento opositor, por más pacífico que pudiera ser.
7. En el texto se debe incluir los argumentos necesarios y suficientes para hacer que los ciudadanos incautos crean que un referéndum revocatorio con reglas favorables para el gobierno y desfavorables para los opositores, con dobles carnetizaciones, y cuya campaña a favor del hermano Evo financiaremos con el dinero de los bolivianos, es la más justa expresión de la democracia.
8. También se deben incluir las bondades de que un país viva un año sin Tribunal Constitucional, para lo que podría utilizarse la teoría presidencial de que “las leyes nos perjudican”, puesto que evitaban que hagamos lo que nos plazca.
9. Será importante la incorporación de un tratado sobre por qué las autonomías y la federalización son separatistas, para lo que se puede acudir a algunos intelectuales de la República Federal de Venezuela, o la República Federal del Brasil, o la República Federal de la Argentina.
10. También se deberá hablar de por qué es mejor volver al estatismo de los años anteriores a 1985, con la repartija política de pegas en empresas estatales, la utilización de las utilidades de dichas empresas en gasto corriente, y el desprecio al profesionalismo y a la técnica.
11. El trabajo debe contemplar las razones por las que, de los dos tercios en la ley de convocatoria, se paso a la mayoría absoluta en la Asamblea Constituyente, y posteriormente a “lo que se me antoje y me convenga” en el referéndum revocatorio, mostrando al mundo una nueva forma de democracia en la que las palabras “mayoría” o “minoría” ya no tienen ningún sentido.
12. No es requisito indispensable, pero se premiará a los trabajos que incluyan apéndices de propuestas de filosofía andina, escritura andina, tecnología andina, medicina andina, y otros temas, con sus respectivos nombres de autores inventados, y con un conjunto de razones por las que la sociedad boliviana y los seres humanos en general, deberían adoptarlas, en lugar de continuar con los valores occidentales decadentes.

Tienen hasta el seis agosto del año 2009 para presentar sus sobres en Palacio de Gobierno y programar una exposición para el Presidente Evo Morales, puesto que no le gusta leer.

miércoles, 2 de julio de 2008

Seguimos buscando ilusionistas

Yo no se de qué partido político pensaba Wálter Valda que era candidato. En una entrevista con “El Deber” dice sobre la capitalidad plena: “Ésta es una deuda histórica que tiene el Estado boliviano con Chuquisaca desde la Guerra Federal. La capitalidad es un derecho irrenunciable e histórico de Sucre… La salida más viable es que el Estado nacional decida sobre esto en un referéndum.” ¿…? Se supone que él era candidato del MAS, partido político que ya ha demostrado de sobra que no quiere hablar nada de capitalidades plenas. Por otro lado, cuando dice “Estado Nacional” ¿a qué Estado Nacional se refiere, al que desaparece con la propuesta de constitución de su partido? Este candidato, a quien Savina Cuellar ganó en Chuquisaca con un porcentaje mayor al que obtuvo Evo Morales (54% de Evo versus 57% de Savina*), era el típico candidato salido de la escuela de la politiquería, con el horrible vicio de decirle a la gente cualquier cosa que quiera escuchar con tal de conseguir su voto, y sin importar si las cosillas que salen de su boquita son totalmente contrarias a lo que él piensa o su partido busca. Y dicho sea de paso, la gran idea de un referéndum nacional para decidir lo de la capitalidad plena, la hemos planteado machaconamente desde esta columna en el momento en que las cosas aun se podían haber solucionado de esa forma, e incluso se la habíamos planteado al Presidente como una estrategia para dejar a su oposición sin argumentos, pero prefirieron seguir con sus afanes de imponer las cosas de manera caprichosa y autoritaria. En fin, que venga Dios y los entienda. Pero el punto es que una de las cosas que ni Evo Morales ni el MAS están cambiando en Bolivia, es la patética talla de nuestros políticos, que siguen siendo endulzadores de orejas, pero que de estadistas no tienen ni las narices.

Es que es muy fácil articular discursos jugando con lo más noble de las ilusiones y emociones de los ciudadanos, “con un palito y sobre la arena, se pueden hacer grandes potreros” decía mi bisabuela. A ver cuándo aprenden nuestros políticos a hacer campañas de las difíciles, diciendo lo que realmente piensan, y describiendo con el mayor detalle y simpleza posibles, exactamente lo que pretenden hacer una vez en el poder, incluyendo los posibles esfuerzos y/o sacrificios que podrían requerirse de la sociedad por eventuales ajustes económicos o de otras índoles, y no simplemente describiendo lo maravillosas que serán sus acciones y el espléndido estado en el que nos encontraremos después de sus mandatos. Eso me recuerda al fragmento de un libro que pone “Encuentro con Karl Popper” como título, y en cuya de las partes, Mario Vargas Llosa le cuenta al gran filósofo cómo durante su campaña política por la presidencia de la República del Perú, decidieron hacer exactamente lo descrito líneas arriba, nada mas y nada menos que decir la verdad. Las elecciones las perdieron frente a Fugimori ¿eso quiere decir que la estrategia fue mala? yo creo que no. Posiblemente nuestras sociedades aun no están listas para escuchar lo que duele (las verdades), y por eso, aunque Vargas Llosa demostró que hacer una campaña política con la verdad en los labios es posible, la estrategia aun no brinda resultados satisfactorios. Será hasta que nos cansemos de los vendedores de sueños, los profetas de la felicidad fácil, y los proyectores de espejismos. En pocas palabras, de los ilusionistas de la política.

Y es que este también es un tema de demanda y oferta, y de la misma forma que pasa en la filosofía, que se espera que los intelectuales sean profetas del destino, en palabras de Popper “pregoneros de los oscuros secretos de la vida, del mundo y del ser humano, de la historia y de la existencia. Aquí, como tantas veces, la constante demanda engendra desgraciadamente una oferta. Se buscan guías y profetas. No es de extrañar que se encuentren guías y profetas.” en la política se buscan magos e ilusionistas, tampoco es de extrañar que se encuentren magos e ilusionistas. Esperemos que alguna vez nuestras sociedades despierten, y en lugar de esperar a que les vendan la felicidad fácil, busquen a quien les ayude a construir su felicidad en libertad, con tesón, esfuerzo e ímpetu.

* Para cuando este artículo salió publicado, los resutados oficiales finales le habían dado un 51% a la victoria de Doña Savina Cuellar. No es más que lo obtenido por el Presidente Evo Morales, pero es, en todo caso, una victoria contundente. Y de todos modos, seguimos buscando ilusionistas.