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jueves, 25 de noviembre de 2010

Los encantadores de serpientes

El ex presidente de facto de Cuba, Fidel Castro, utilizó estos términos para referirse al Presidente de Estados Unidos de América, Barak Obama.

El octogenario mandamás de Cuba tiene toda la razón cuando habla de la existencia de encantadores de serpientes, pero no creo que Obama sea uno de ellos. El mismo Castro es un habilísimo encantador de serpientes que ha conseguido mantenerse autoritariamente en el poder por cincuenta años, porque, no se puede negar que se requiere de una extrema habilidad política para suprimir la libertad de los individuos haciendo que parezca algo bueno y beneficiosos para ellos.

La destreza de conseguir que la culpa del fracaso económico y la miseria, causadas por sus delirantes ideas marxistas, siempre sean atribuidas a otros, más nunca a él, es otra cualidad de este caribeño encantador de serpientes.

Uno que le sigue los pasos es el Presidente de Bolivia, Evo Morales Ayma. Este otro encantador de serpientes también tiene grandes habilidades. El proceso boliviano es un intento de aplicación mejorada y adaptada a los nuevos tiempos, del cubano.

No podía esperarse que en Bolivia se instaurara el fracaso socialista por vía revolucionaria, así que se optó por utilizar la democracia para infiltrarse en el poder estatal y comenzar el desmontaje de todo aquello que protegía a las personas de la posibilidad de que alguien se hiciera con el poder total y les fuera eliminando la libertad y los derechos.

El proceso está tan bien logrado que no sólo oculta sus verdaderos fines ante la población boliviana que aún mira extasiada a su redentor Morales, sino que hasta despierta admiración y aplausos en foros internacionales.

Cada paso ha sido cuidadosamente planificado y anunciado en el momento preciso, cada etapa se ha venido ejecutando con tan sólo pequeños contratiempos, frente a una ciudadanía ingenua y una oposición inepta, que no han logrado descubrir y comprender los principios supremos que no sólo se están perdiendo, sino que servirían como armas de combate contra el totalitarismo.

Evo Morales es, a estas alturas, un tirano simpático cuyas acciones contra la libertad individual, el pluralismo, la propiedad y la justicia, son sistemáticamente maquilladas con una capa de causas nobles.

La lucha contra la discriminación ha servido para restringir el libre pensamiento y la libre opinión; la lucha contra la corrupción se ha utilizado para eliminar la libre acción política; la lucha contra la escasez se ha usado para eliminar la libre acción económica; el fomento al deporte se quiere utilizar para elevar los precios de los productos cuyo consumo es considerado perjudicial por el Gobierno; la supuesta recuperación y revalorización de unas culturas ancestrales que no habían descubierto ni la escritura, se aplica para discriminar políticamente y para interferir en la educación libre.

Y el antiimperialismo, ese con el que también simpatizan muchos políticos de oposición, se está utilizando para asociar a Bolivia con países que igualmente suprimen o han suprimido los derechos y libertades de las personas, y hasta con países a donde los crímenes contra los individuos, y especialmente contra las mujeres, son parte del comportamiento alentado y corrientemente practicado por el Estado.

Encantadores de serpientes son aquellos que han conseguido manipular los sentimientos y emociones de la gente, al punto de que sus mentiras son escuchadas como verdades, mientras las cadenas de la servidumbre se reparten de manera masiva entre los ciudadanos, que han decidido ponérselas ellos mismos.

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