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domingo, 13 de enero de 2008

La eterna búsqueda

Para conocer cuáles son los problemas que preocuparon a uno de los más grandes pensadores del liberalismo y, consecuentemente, a la filosofía liberal, nada mejor que leer “En busca de un mundo mejor” de Karl Popper.

Aunque aquí ya caigo en un error, puesto que a Popper le gustaba decir que el era parte del movimiento de la ilustración, y que su filosofía era el racionalismo crítico liberal.

Este libro es una recopilación de sus ensayos y conferencias, que abordan una gran variedad de temas, desde la propuesta de configuración de la realidad basada en tres mundos, el mundo físico, el mundo de las ideas, y el mundo de los productos logrados en base a la interacción de los dos primeros.

La profundización de la teoría de la objetividad, basada en las intersubjetividades. Es decir, que una teoría será objetiva, en tanto y en cuanto ésta pueda ser contrastada con la realidad y que tenga posibilidades de ser falseada por otros investigadores. Cuando dicha teoría pasa la prueba mencionada, no se puede considerar que sea una certeza o verdad última, lo máximo a lo que se puede aspirar es a decir que es, hasta el momento, la que más se aproxima a la verdad.

Lo que me lleva a recordar sus escritos alentando a los intelectuales a ser cada vez más humildes. Popper promueve la idea, tomada de Sócrates, de que cuando resolvemos algún problema, en el proceso, generamos otros nuevos y, por lo tanto, en la medida en que nuestro conocimiento se incrementa, nuestra ignorancia también. Esa es una de las razones por las que aborrece a los intelectuales presuntuosos, y detesta a los que pretenden hacer gala de su supuesto gran intelecto escribiendo y hablando con el lenguaje y los enredos más difíciles posibles. Para Popper, la claridad en sí misma es un valor intelectual. Estas afirmaciones se ven en la carta “Contra las grandes palabras” donde critica la forma pomposa y grandilocuente de escribir de Adorno y Habermas entre otros, mientras que en “Tolerancia y responsabilidad intelectual” propone doce consejos para mejorar el aporte de los intelectuales a la búsqueda de un mundo mejor.

En el capítulo titulado "¿En qué cree occidente?" Muestra que la riqueza de la civilización occidental, iniciada con la Grecia dorada, es precisamente creer en muchas cosas diferentes y negarse a homogeneizar su pensamiento.

Además muestra una interesante investigación sobre el nacimiento del mercado del libro, y su influencia en el pensamiento humano.

En fin, es un excelente libro para conocer más y mejor el pensamiento racionalista crítico liberal, con influencias de la ilustración. Especialmente en nuestra América Latina, en donde se sataniza al liberalismo sin conocerlo.

Autor del libro: Karl R. Popper

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