El espionaje a través de pinchazos telefónicos, persecuciones o infiltración de agentes, es una labor que viola las libertades de los espiados y, por lo tanto, absolutamente arbitraria, que sin embargo, se vuelve legítima cuando se orienta única y exclusivamente a la investigación y desbaratamiento de mafias, bandas delictivas y actividades delincuenciales.
Uno de los principios básicos de las libertades constitucionales es que están limitadas por los fines que se persiguen en su ejercicio. Es así que los ciudadanos son libres de dedicarse al comercio siempre y cuando los bienes ofertados no sean ilegales. En general, todo ejercicio de derechos implica ciertas actividades que se deben realizar dentro del estricto cumplimiento de la ley. Sin embargo, notará usted lo absurdo que sería montar todo un operativo de espionaje contra un ciudadano, solamente por haber violado las reglas de tránsito. Por lo tanto, una aproximación a la que podemos llegar es que solamente cuando se trata de delitos graves (p.e. narcotráfico, asesinatos, asaltos, trata de blancas y niños, etc…) es legítimo utilizar los órganos de inteligencia del Estado para descubrir y encontrar a los delincuentes, puesto que ellos, al usar sus libertades para transgredir la ley, están poniéndolas en cuestión ante la sociedad.
Bien, por lo tanto, cualquier otra violación a las libertades de algún ciudadano constituyen, más bien, una violación a sus derechos humanos (ver art. 12 y13 de la Declaración Universal) puesto que es el Estado quien se hace responsable por las acciones de sus órganos de inteligencia.
En los últimos días hemos visto, con fotografías y todo, la forma en que alguien o álguienes dentro del gobierno pretende(n) ¿hacer la diferencia? ¿trabajar por el cambio? ¿impulsar la revolución democrática y cultural? Transgrediendo las libertades y derechos de ciudadanos que cumplen la labor de periodistas, autoridades departamentales y nacionales. Cuando el Prefecto Manfred Reyes Villa denunció que habían notado que gente de inteligencia del gobierno lo perseguía, todos se lanzaron sobre él y dijeron que eran puros inventos o paranoia prefectural. Sin embargo todo fue develado la semana pasada. Efectivamente hay persecución y espionaje, pero en base a criterios que aun no conocemos, puesto que se ha estado espiando incluso a gente del gobierno.
Perseguir y espiar a ciudadanos que piensan diferente, sean opositores o no, es una actividad típica de los regímenes totalitarios, recordemos la KGB de la URSS y las SS de la Alemania Nazi. Y alguien dirá: “se hacía lo mismo en gobiernos anteriores” o “en Estados Unidos los ciudadanos no pueden investigar sobre terrorismo y bombas caseras sin que el Estado se entere” y yo diré: Me importa un honorable rábano lo que se haya hecho en anteriores gobiernos o lo que se haga en EEUU, en España, en la China o en la isla Mauricio. Porque si vamos a utilizar el estúpido argumento de que “en los gobiernos anteriores e hacía” entonces ¿de qué cambio estamos hablando? Y si creemos que el hecho de que se haya hecho en anteriores gestiones o de que se lo haga en otros países es un justificativo válido, entonces debemos otorgarles la posibilidad de esgrimir el mismo justificativo a nuestros ex-gobernantes.
Creo que el punto y el tema de fondo del asunto es que, por orden de alguien o álguienes, el Estado boliviano, representado por el gobierno nacional (es decir el MAS) ha estado violando los derechos y libertades de ciudadanos que, según sabemos, no han cometido delito alguno. Y los defensores de derechos humanos: “bien gracias” y el defensor del pueblo: “bien gracias” y el alguien o los álguienes que dieron la orden de espionaje: “bien gracias”
Cuidado, que si acudimos a la lógica formal pura y dura, y sin mayores datos, podríamos especular: 1. Conspiración de los opositores: descartada puesto que a ellos los han espiado también 2. Conspiración del MAS contra la oposición: descartada porque también se ha espiado a gente del MAS 3. Conspiración opositora ajena a los prefectos: poco probable puesto que es un organismo de inteligencia del Estado 4. Conspiración de algún o algunos sectores del oficialismo: muy posible, puesto que es desde el Estado 5. ¿Contra quién? Pues no parece ser totalmente contra la oposición ni totalmente contra el gobierno ¿verdad?
Uno de los principios básicos de las libertades constitucionales es que están limitadas por los fines que se persiguen en su ejercicio. Es así que los ciudadanos son libres de dedicarse al comercio siempre y cuando los bienes ofertados no sean ilegales. En general, todo ejercicio de derechos implica ciertas actividades que se deben realizar dentro del estricto cumplimiento de la ley. Sin embargo, notará usted lo absurdo que sería montar todo un operativo de espionaje contra un ciudadano, solamente por haber violado las reglas de tránsito. Por lo tanto, una aproximación a la que podemos llegar es que solamente cuando se trata de delitos graves (p.e. narcotráfico, asesinatos, asaltos, trata de blancas y niños, etc…) es legítimo utilizar los órganos de inteligencia del Estado para descubrir y encontrar a los delincuentes, puesto que ellos, al usar sus libertades para transgredir la ley, están poniéndolas en cuestión ante la sociedad.
Bien, por lo tanto, cualquier otra violación a las libertades de algún ciudadano constituyen, más bien, una violación a sus derechos humanos (ver art. 12 y13 de la Declaración Universal) puesto que es el Estado quien se hace responsable por las acciones de sus órganos de inteligencia.
En los últimos días hemos visto, con fotografías y todo, la forma en que alguien o álguienes dentro del gobierno pretende(n) ¿hacer la diferencia? ¿trabajar por el cambio? ¿impulsar la revolución democrática y cultural? Transgrediendo las libertades y derechos de ciudadanos que cumplen la labor de periodistas, autoridades departamentales y nacionales. Cuando el Prefecto Manfred Reyes Villa denunció que habían notado que gente de inteligencia del gobierno lo perseguía, todos se lanzaron sobre él y dijeron que eran puros inventos o paranoia prefectural. Sin embargo todo fue develado la semana pasada. Efectivamente hay persecución y espionaje, pero en base a criterios que aun no conocemos, puesto que se ha estado espiando incluso a gente del gobierno.
Perseguir y espiar a ciudadanos que piensan diferente, sean opositores o no, es una actividad típica de los regímenes totalitarios, recordemos la KGB de la URSS y las SS de la Alemania Nazi. Y alguien dirá: “se hacía lo mismo en gobiernos anteriores” o “en Estados Unidos los ciudadanos no pueden investigar sobre terrorismo y bombas caseras sin que el Estado se entere” y yo diré: Me importa un honorable rábano lo que se haya hecho en anteriores gobiernos o lo que se haga en EEUU, en España, en la China o en la isla Mauricio. Porque si vamos a utilizar el estúpido argumento de que “en los gobiernos anteriores e hacía” entonces ¿de qué cambio estamos hablando? Y si creemos que el hecho de que se haya hecho en anteriores gestiones o de que se lo haga en otros países es un justificativo válido, entonces debemos otorgarles la posibilidad de esgrimir el mismo justificativo a nuestros ex-gobernantes.
Creo que el punto y el tema de fondo del asunto es que, por orden de alguien o álguienes, el Estado boliviano, representado por el gobierno nacional (es decir el MAS) ha estado violando los derechos y libertades de ciudadanos que, según sabemos, no han cometido delito alguno. Y los defensores de derechos humanos: “bien gracias” y el defensor del pueblo: “bien gracias” y el alguien o los álguienes que dieron la orden de espionaje: “bien gracias”
Cuidado, que si acudimos a la lógica formal pura y dura, y sin mayores datos, podríamos especular: 1. Conspiración de los opositores: descartada puesto que a ellos los han espiado también 2. Conspiración del MAS contra la oposición: descartada porque también se ha espiado a gente del MAS 3. Conspiración opositora ajena a los prefectos: poco probable puesto que es un organismo de inteligencia del Estado 4. Conspiración de algún o algunos sectores del oficialismo: muy posible, puesto que es desde el Estado 5. ¿Contra quién? Pues no parece ser totalmente contra la oposición ni totalmente contra el gobierno ¿verdad?
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