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martes, 24 de julio de 2007

Transformando la historia

Por un momento tuve la ingenua idea de que volvería a experimentar lo que sentía cuando era niño, cuando después de ver “Los Transformers” en la TV, jugábamos hasta el cansancio en el patio del colegio con mi amigo Waldo, haciendo nuestros mejores esfuerzos por imitar las voces de los personajes que cada uno quería interpretar, y el sonido de las transformaciones de nuestros queridos héroes.

No fue así… ¿y qué esperaba yo?... nosotros somos quienes tenemos que adaptarnos a la realidad y a los cambios, y no es la realidad la que tiene que adaptarse a nuestras vejeces. Porque la película está muy bien realizada, y está hecha para lograr que mi hijo sea uno de los millones de nuevos fanáticos de los maravillosos robots transformables. Es decir, está hecha para los nuevos tiempos, y aunque no fue exactamente lo que yo esperaba, me gustó.

Al principio tiene algo a lo que yo llamo “síndrome de primera película de saga” que es cuando la primera parte de las mismas, se dedica a explicar quiénes son los personales, de donde vienen, qué es lo que buscan y cosas como esas. Como comprenderán, todos los que ya sabemos todo eso, lo vemos como una pérdida de tiempo en pantalla pero, hay que insistir, la película no fue hecha solamente para los vejetes que ya conocíamos todo, sino para nuestros hijos… me atrevería a decir que más para ellos que para nosotros.

Dos cosas que no me gustaron: 1- Hay demasiado humor en la película. Se que siempre es necesario introducir el ingrediente en cuatro o cinco ocasiones, pero en algunas secuencias, eso parecía un filme cómico. 2- El protagonista Sam Witwicky (Shia LaBeouf) es (como dirían los norteamericanos) demasiado looooooser. No era necesario que sea un genio en acción, pero se la pasaba haciendo tonterías y babeando por Mikaela Banes (Megan Fox)… se que la actriz está como para eso… pero creo que Sam se excedió un poco.

Por lo demás, excelentes efectos especiales y muy buena música. Se siente el espíritu Transformers, especialmente cuando aparecen todos los autobots. Optimus Prime mantiene su espíritu humanitario. Complejas pero magistrales transformaciones (estoy impaciente por tener algunos juguetes en mis manos) Una bella protagonista, y creo que esa si está como para la generación “Transformers 80’s”

Digna de una segunda parte en la que, ya despejadas la preguntas y explicaciones pertinentes, podamos ver más aventuras ingeniosas y trepidantes.

Una película que no hay que perderse… y un consejo, que la vean los jóvenes, que es especial para ellos.


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