…y con tendencia a delinquir! Esa es la imagen que muchos bolivianos en el exterior deben tener del Estado.
Incompetente porque no fue capaz de brindares las oportunidades de lograr lo que han tenido que ir a buscar a otras naciones, un medio de subsistencia, una forma de mejorar sus vidas y la de sus familias. Pero este es un problema que no se le puede atribuir solamente al gobierno de Morales. Uno de los grandes fracasos del Estado boliviano (de los que lo condujeron y lo conducen en todo caso) es la no garantía de condiciones para que los bolivianos generen riqueza, y con ella, bienestar.
Los éxitos políticos de nuestra democracia se ven opacados por la falta de conciencia de ciudadanía, democracia y Estado de derecho de los bolivianos (incluidos los políticos), y el éxito económico se limita a la solitaria aunque importante estabilización económica. Y no se trata, como ingenuamente cree el gobierno, de repartir dinero a diestra y siniestra, eso solamente logra lo que tenemos hoy, una inflación leve pero casi sostenida, en la que no sirve de nada tener más dinero porque, al subir los precios, es como tener lo mismo o menos que antes.
Un Estado incompetente y ladrón porque encima de que tiene ciudadanos que se rompen el lomo trabajando en otras naciones, tiene la sinvergüenzura de robares el 1% de su dinero.
Veámoslo detenidamente: Personas que, a causa de la ineptitud del Estado, tienen que abandonar su tierra en busca de un trabajo que aquí no se les ofrece. Bolivianos que, al vivir en países extranjeros son, en muchos casos, tratados como ciudadanos de segunda y sometidos a humillaciones y discriminación (el caso reciente de una ecuatoriana es ilustrativo). Y el Estado (ir)responsable de su situación, con la mayor soltura del mundo y sin la más mínima contemplación, decide robarles un porcentaje del fruto de su trabajo. Justamente a esa parte de Bolivia que no marcha ni hace huelgas para recibir plata del Estado. Precisamente a los únicos que, bien o mal pagados, bien o mal tratados y con o sin seguridad, trabajan tragándose todas las posibles adversidades que pudieran sufrir y, a través de sus familiares, inyectan a la economía divisas que no proceden de las arcas del Estado ni de los recursos naturales.
Y ¿cuál ha sido su pecado? ¿Qué han hecho para que se los castigue de esa forma? Nada, lo que sucede es que, como están lejos, no representan posibilidades de conflicto para el gobierno ¿qué van a hacer? ¿organizar huelgas o marchas?
Mientras tanto, hoy más que nunca se premia los comportamientos rentistas del corporativismo. Si eres bueno movilizándote, si las medidas de presión son "contundentes" seguro que consigues una parte de la torta ¿a qué te vas a meter a trabajar como hacen los "tontos" si con acciones de hecho seguro que consigues algo?
Y no hablo solamente de dinero (que ya se está repartiendo muy bien en bonos, cheques y otras yerbas) sino de subsidios, servicios públicos, pegas y katos de coca entre otros, todos libres de impuestos por cortesía del neopopulismo en boga.
El "nuevo Estado revolucionario" amenaza constantemente continuar cometiendo delitos si las cosas no le salen bien.
La Asamblea Constituyente ya cometió su primer delito al eliminar los dos tercios para la aprobación de la nueva constitución (en detalle y en grande), volvió a delinquir cuando anuló de los informes por comisión el tema de la capitalidad plena y trata de hacerlo de nuevo trasladando las sesiones de la AC a otro departamento.
El 25 de diciembre de 2006, Evo Morales declara alegremente que va a descartar el mandato del referéndum del gas en que los bolivianos le dijimos mayoritariamente sí a la política de "gas por mar"
Hoy, le gobierno pretende desconocer el voto ciudadano del mismo referéndum, que instruye que el dinero del IDH se invierta en salud, educación y caminos, para utilizarlo en un bono que promueve el rentismo.
A Manfred intentaron hacerle un golpe civil, con vituallas de defensa civil y todo, porque dijque "no estaba respetando el voto popular del referéndum por las autonomías" pero el Prefecto de Cochabamba nunca propuso descartar alegremente el voto ciudadano, la virtud de Reyes Villa fue proponer que los mismos ciudadanos, a través de una nueva consulta, reconsideren su decisión. El gobierno debería imitar a Manfred y utilizar más los referendums.
Para colmo nos amenazan con seguir violando la ley a través de la aprobación de dicho bono mediante otro decretazo ya típico del Presidente. Le recuerdo, señor presidente, que solo en las dictaduras se gobernaba a través de decretos, porque no había congreso claro está, pero usted sí tiene un congreso y está frente a su palacio.
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