Secciones

miércoles, 20 de octubre de 2010

Hacia el “ranking del racismo”

Editorial de Los Tiempos, 20 de octubre de 2010

El director de Lucha contra el Racismo, dependiente del Viceministerio de Descolonización, ha anunciado que la repartición a su cargo elaborará durante los próximos meses un “ranking del racismo” cuya primera versión será publicada el próximo mes de diciembre.

De acuerdo a las explicaciones dadas, el “ranking del racismo” será un instrumento de medición que posibilitará que los medios de comunicación de nuestro país sean clasificados según una escala en función al grado de racismo que dejen traslucir. Se podrá así determinar con precisión matemática, según las aclaraciones hechas por la autoridad, qué medios son los más racistas y cuáles los menos racistas.

No es difícil imaginar en qué consistirá la labor de la comisión evaluadora. Dedicarán seguramente su tiempo a medir todos los días –cronométricamente a los medios audiovisuales y geométricamente a los impresos– para determinar la extensión –en segundos o en centímetros, según el caso– de los contenidos dignos de figurar en algún punto de la escala del racismo. Tal escala, como es de suponer, tendrá que estar basada en un glosario que contenga todas las palabras, con sus respectivas connotaciones y gradaciones de matiz, que puedan ser identificadas como instrumentos de la transmisión de ideas y/o sentimientos racistas, entre muchos otros instrumentos necesarios para cuantificar elementos que solían ser considerados subjetivos. Habrá que desarrollar técnicas para medir el racismo de una imagen, un dibujo o una fotografía, por ejemplo.

Para que tal “ranking de racismo” no parezca un ejercicio arbitrario, sino lo que pretende ser –un instrumento de medición objetiva– tendrá que plasmarse en un determinado coeficiente que, al ser puesto en relación con las múltiples variables que tendrán que ser consideradas para efectuar el cálculo final, arroje datos suficientemente precisos para ser clasificados ordinalmente y sometidos a periódicas comparaciones sincrónicas y diacrónicas.

Según el anuncio de la autoridad responsable de tal misión, para la ejecución de la misma se cuenta ya con “un equipo técnico especializado en el tema”. Y aunque no aclaró dónde fue que los expertos adquirieron tal especialización, ya que en nuestro país no hay antecedentes de ese tipo de prácticas, sí tuvo el cuidado de aclarar que los datos arrojados por tal investigación no serán utilizados de ningún modo para sancionar a los medios.

Dadas las circunstancias por las que atraviesa nuestro país, ya no es sorprendente que este tipo de anuncios se produzcan y tampoco que sean recibidos por la sociedad con una naturalidad impensable en otros tiempos. Lo que sí es sorprendente, y muy lamentable, es que el proyectado “ranking del racismo” cuente con el apoyo “técnico y económico” del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Bolivia, el mismo funcionario que secunda la versión gubernamental según la que los artículos 16 y 23 de la ley 45 no afectan en nada a la libertad de expresión.

No hay comentarios: