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sábado, 4 de septiembre de 2010

Abuso de poder

¿Qué es el abuso de poder?

Para responder a esta pregunta, primero se deben establecer ciertos parámetros mínimos que sirvan para la discusión.

Inicialmente debemos convenir en que durante miles de años de evolución, el ser humano logró descubrir los principios rectores para la construcción de un orden social libre. Tales principios son, básicamente, el respeto a la vida del individuo, a su libertad y a su propiedad.

Adicionalmente, se definieron mecanismos para proteger tales principios, a través del establecimiento de instituciones de gobierno que cuenten con la fuerza necesaria para hacerlos respetar pero que, a la vez, sean limitados en su poder y fuerza para evitar que dichas instituciones se conviertan en las que vulneren los mismos. Estos mecanismos son la igualdad ante la ley para todos los individuos, la justicia como ecuanimidad, y un sistema de gobierno democrático.

El sistema de gobierno democrático, a su vez, debe contar con ciertos componentes que se le ha incorporado durante su larga evolución, desde la democracia griega hasta nuestros días. Estos componentes son: 1) Que sea un sistema de gobierno opuesto a todo tipo de dictadura, incluida la de la mayoría. 2) Que permita a las personas elegir libremente a quienes habrán de administrar el poder gubernativo, a través del voto secreto, universal y directo. 3) Que la libre expresión y el pluralismo político sean elementos indispensables dentro de la práctica democrática. 4) Que la estructura institucional de la democracia esté dividida en tres poderes (ejecutivo, legislativo y judicial), dispersando el poder y evitando a toda costa su concentración en una o en pocas manos. 5) La necesidad de que la democracia se constituya en un mecanismo para la protección de los tres principios rectores de un orden social libre, y no en un fin en sí mismo.

Es a partir de aquí que podemos definir lo que es el abuso de poder:

Abuso de poder es cuando a partir de un individuo o grupo de individuos, o desde una institución, y sin importan por cuántos otros éstos sean alentados, se vulnera la vida, la libertad o la propiedad de uno o más individuos.

Estos principios, que son derechos fundamentales de los seres humanos, no pueden someterse a votación, o ponerse a consideración de las masas. Ningún gobierno, ni ninguna autoridad, por muy abrumador que fuera su apoyo popular, tiene el derecho ni la legitimidad para vulnerar la vida, la libertad y la propiedad de una o más personas. Hacerlo, es un abuso de poder.

Colateralmente, también será un abuso de poder el violentar las instituciones y mecanismos de gobierno destinadas a proteger dichos principios. En este punto se debe dejar algo muy claro: Las instituciones de gobierno tienen una razón de ser y de existir, y deben ser protegidas si, y sólo si, sirven a la preservación de la vida, la libertad y la propiedad de las personas. Las instituciones instauradas por una dictadura, por ejemplo, que son herramientas para que los déspotas conserven el poder y lo utilicen arbitrariamente vulnerando estos principios fundamentales de un orden social libre, pueden y deben ser destruidas, porque no cuidan al individuo, sino al déspota.

Pero cuando las instituciones de gobierno tienen como fin la protección de la gente, éstas deben ser, a la vez, protegidas por las personas.

Todo este andamiaje de principios, instituciones y protecciones mutuas, ha sido concebido para evitar que tanto nuestros vecinos del barrio, como nuestros gobernantes, tengan el poder para quitarnos la vida, que es asesinato; la libertad, que es esclavitud; y/o la propiedad, que es robo. En pocas palabras, hemos diseñado todo esto para evitar el abuso de poder.

Escrito para el portal http://www.boliviademocratica.net/

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