El ex presidente de facto de Cuba, y líder de la revolución de 1959, Fidel Castro, había admitido (o al menos es lo que hizo entender a la opinión pública mundial), que el modelo económico de planificación estatal no funcionaba ni para la propia Cuba.
"el modelo cubano ya no funciona ni para nosotros" dijo en entrevista con The Atlantic, dirigida por el entrevistador Jeffrey Goldberg y la periodista Julia Sweig.
Lo que la frase dio a entender fue que Castro reconocía el fracaso del modelo económico comunista de planificación estatal, que apoyaba las reformas que, de manera gradual, se han venido ejecutando en Cuba desde que su hermano, Raúl Castro, asumió la presidencia de facto, y que reconocía la necesidad de libre acción económica dentro de un orden social.
Sin embargo, menos de cuatro días después, en la Universidad de la Habana, afirmó "Mi idea, como todo el mundo conoce, es que el sistema capitalista ya no sirve ni para Estados Unidos, ni para el mundo, al que conduce de crisis en crisis que son cada vez más globales y repetidas (...) ¿Cómo podría servir semejante sistema para un país socialista como Cuba?".
Pero entonces ¿cuál es el modelo que sí serviría, tanto para Cuba como para el mundo? Fidel Castro no lo dijo, lo que hace suponer que en realidad no tiene en mente ninguna propuesta de modelo alternativa tanto al comunista como al capitalista.
Esta contradicción acompañada de falta de propuestas podría explicarse sobre la base del siguiente razonamiento:
En primer lugar, dejaremos de lado las frases “modelo económico comunista” y “modelo económico capitalista”
En segundo lugar, tendremos que convenir en que en realidad existen, con variantes y matices, dos formas de funcionamiento del orden económico, a saber: 1) El orden espontáneo, en el que la acción económica de los individuos es libre, pues no está sometida a los designios de un ente central planificador, y 2) El orden planificado, en el que la acción económica del individuo no es libre, pues es planificada por una burocracia centralizada que define la orientación y los fines del esfuerzo individual.
En tercer lugar, y sobre la base del primer y segundo puntos, podemos generar las siguientes hipótesis: a) Castro admite que el orden económico sometido a una férrea planificación es el que no funciona, por lo que se ha convertido en un partidario de las planificaciones selectivas y parciales. Es decir, que se ha vuelto un keynesiano. b) Castro sabe que solamente con la libre acción económica se puede salir de la eterna e indefinida bancarrota de su país, pero teme decirlo, y está buscando articular una forma de “ser capitalista sin ser capitalista”, o al menos sin admitirlo. c) Castro cree que existe una tercera vía, pero aún no la ha encontrado. d) (La menos probable) Castro está preparando el camino para que, de manera gradual, Cuba se convierta en una sociedad libre.
No sabemos, a ciencia cierta, qué es lo que se trae entre manos el ex presidente de facto de Cuba, Fidel Castro, pero lo seguro es que algo está en movimiento por aquellos lugares, y más temprano que tarde nos enteraremos de lo que se trata.
Escrito para el portal http://www.boliviademocratica.net/
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