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sábado, 25 de septiembre de 2010

Reforma constitucional: única vía para reelección de Morales en Bolivia

La constatación de la imposibilidad, al menos por vías legales, de que el Presidente Evo Morales esté habilitado para candidatear a una reelección en el año 2014, se fundamenta en la Constitución Política del Estado (CPE):

De acuerdo al artículo 168 de la CPE “El periodo de mandato de la Presidenta o del Presidente y de la Vicepresidenta o del Vicepresidente del Estado es de cinco años, y pueden ser reelectas o reelectos por una sola vez de manera continua.

Es decir que, cuando un Presidente o Vicepresidente ya cumplió una gestión, solamente puede ir a la reelección por una única vez, de manera consecutiva.

Este artículo abre, sin embargo, la posibilidad de que un ciudadano pueda ser reelegido de manera discontinua indefinidamente. En el caso de Evo Morales, por ejemplo, podría no postular a la reelección el año 2014, pero perfectamente hacerlo para el año 2019.

El viceministro de coordinación gubernamental, Wilfredo Chávez, ha afirmado que este artículo de la CPE no se aplicaría al Presidente Morales, puesto que, según él, este sería en realidad su primer mandato, desde la perspectiva de que la contabilización de mandatos comenzaría de cero a partir de la aprobación de la Constitución del 2009.

Empero, parece que el señor Chávez va a tener que volver a la facultad de derecho, pues olvida que en la disposición transitoria primera de la CPE, parágrafo II, se establece que “Los mandatos anteriores a la vigencia de esta Constitución serán tomados en cuenta a los efectos del cómputo de los nuevos periodos de funciones.

Disposición que, sumada a lo que prescribe el artículo 168, deja meridianamente claro que el mandato de Evo Morales, ejercido desde el año 2006 hasta el año 2010, debe ser tomado en cuenta como una primera elección bajo el arbitrio de la nueva Constitución, y que, por lo tanto, su victoria electoral de diciembre de 2009 constituye una reelección, consecutiva a ese primer mandato.

Aunque se debe respetar la primacía de la Constitución como norma suprema del orden jurídico del país, vale la pena apuntar que también en la Ley Electoral Transitoria (Ley 4021), en su artículo 25, parágrafo II, se establece que “En aplicación de la disposición transitoria primera, parágrafo segundo, de la CPE, el cómputo de mandatos constitucionales se regirá de conformidad a siguientes:

a) Se computará como primer periodo, el mandato vigente a tiempo de la promulgación de la nueva Constitución Política del Estado.

b) Para el efecto del cómputo se considerarán los mandatos correspondientes al mismo cargo.

Esta Ley, no sólo fue promulgada por Evo Morales en persona, sino que fue la base legal para la realización de las elecciones que le hicieron Presidente por segunda vez consecutiva, por lo que desconocerla sería un despropósito.

Si embargo, se debe insistir en que es la CPE la norma principal que deja bien clara la imposibilidad de la reelección.

Entonces el único camino legal posible, si el oficialismo quiere viabilizar una nueva reelección, es una reforma de la Constitución Política del Estado (CPE) que modifique el artículo 168. Otro camino será incurrir en la ilegalidad.

Para ello habrá que considerar, también, el artículo 411 de la CPE, que en su parágrafo II dice: “La reforma parcial de la Constitución podrá iniciarse por iniciativa popular, con la firma de al menos el veinte por ciento del electorado; o por la Asamblea Legislativa Plurinacional, mediante ley de reforma constitucional aprobada por dos tercios del total de los miembros presentes de la Asamblea Legislativa Plurinacional. Cualquier reforma parcial necesitará referendo constitucional aprobatorio.”

Por lo que el camino es posible pero, como hemos venido insistiendo, a través de una reforma al artículo 168, que necesariamente deberá ser aprobada por los bolivianos en un referéndum nacional.

Escrito para el portal http://www.boliviademocratica.net

miércoles, 22 de septiembre de 2010

La ruptura del un acuerdo entre Estados Unidos y Bolivia

La recientes declaraciones del presidente Morales en Nueva York, con motivo de la celebración de una Asamblea General de la ONU, respecto de que el Presidente de Estados Unidos, Barak Obama, lo estaría discriminando y no se mostraría cooperativo con Bolivia al haber retirado las preferencias arancelarias del ATPDEA, no hacen más que develar un discurso incoherente por parte del mandatario boliviano.

La Preferencias arancelarias contenidas en el ATPDEA, para que determinados productos bolivianos (textiles y joyas entre ellos) ingresaran en condiciones privilegiadas al mercado norteamericano, eran concedidas a cambio de políticas y acciones serias, por parte de Bolivia, en lo que se refiere a lucha contra el narcotráfico.

Que Estados Unidos juzgue la seriedad de las políticas bolivianas antidrogas con un particular y unilateral criterio con el que no estemos de acuerdo, es una cosa totalmente distinta. El hecho es que el ATPDEA solamente estaba en vigencia si Bolivia cumplía con su parte del acuerdo, y el momento en que Norteamérica concluyera que habíamos dejado de hacerlo, tenía todo el derecho de retirar las preferencias.

Se intenta discutir, también, el hecho de que los países grandes, como Estados Unidos, Europa u otros, pongan condiciones para otorgar facilidades o cooperación a los países en vías de desarrollo. Simplemente esto no debería estar en discusión, puesto que, igual que un individuo, grupo de individuos u organización tienen la libertad de no ofrecer gratuitamente su ayuda, y de poner condiciones para brindarla, un Estado tiene la libertad soberana de hacer lo mismo.

El abuso y la violación contra la soberanía de Bolivia se daría si es que algún país pretendiese que Bolivia acepte, por la fuerza, un acuerdo que contemplara condiciones con las que no estuviera de acuerdo. Pero cuando hablamos de ofertas, de tratos, de pactos, de acuerdo, nos referimos a una parte que propone un conjunto de cosas que, sólo de manera voluntaria, la otra parte habrá de aceptar.

Lejos de protestar porque el país proponente no articule un acuerdo a gusto y antojo del país que recibe la propuesta, lo que éste debería hacer es negociar por la posibilidad de mejores condiciones, o simplemente aplicar su libertad soberana de no aceptar acuerdo alguno. Pero exigir que un país haga lo que a nosotros nos place, sólo porque nosotros creemos que es lo correcto, no es otra cosa que no respetar esa misma libertad soberana a la que tanto acudimos para criticar.

Escrito para el portal http://www.boliviademocratica.net/

martes, 21 de septiembre de 2010

Libertad… ¿para qué?

Es la frase con que Lenin expresó su desdén hacia el principal valor por el que los seres humanos hemos luchado durante siglos, aboliendo la esclavitud y los regímenes totalitarios, e intentando diseñar formas institucionales que garantizasen que esa libertad conseguida no se pierda fácilmente.

La respuesta que alguien le debería haber dado a Vladimir Ilich es: “para lo que nos de la gana, no es asunto tuyo”.

Y es que mientras el individuo no utilice su libertad para vulnerar la de otros, no es asunto de ningún gobernante quién, cómo, dónde, por qué y para qué la usa.

¿Para qué sirve la libertad? Simplemente para eso, para ser libres. Habrá quienes quieran aprovecharla al máximo y hacer todo lo que el ejercicio de su libertad les permite, y tratarán de conocer todos los lugares, los climas, los paisajes, las personas. Pretenderán que son mochileros, y se afanarán por explorar hasta la última posibilidad que su libre arbitrio les brinde.

Otros habrá que se esforzarán por potenciar al máximo su creatividad y su talento, intentando hacerse inmortales a través de alguna obra, o simplemente porque les place, o tal vez porque quieren ganar dinero, o quién sabe por que otras razones más (el que ejerce su libertad es quien lo sabe). “Son criaturas ambiciosas, pretenciosas o ególatras” dirá alguien. ¿Y qué nos importa siempre y cuando no vulneren libertad y derechos de otros?

Otros tantos preferirán sentirse libres de no hacer nada, de empeñar el mínimo esfuerzo, apenas necesario para tener lo esencial, mientras disfrutan de cosas tan simples como ver todas las películas que la industria hollywoodiense ha producido, reír con la vulgaridad del show de Tinelli, o mirar mujeres u hombres semidesnudos (y también desnudos) en televisión, Internet y revistas. “Son criaturas conformistas” exclamará alguien por ahí. ¿Y qué diablos nos importa, mientras no vulneren libertad y derechos de otros?

Los “para qués” de la libertad son múltiples, y sus fines son tan distintos como distintos somos los seres humanos. No hay grupo de expertos ni máquina genial capaz de conocer siquiera un mínimo porcentaje de los fines que los individuos de un orden social persiguen, al hacer uso de su libertad.

Los individuos apreciamos muchísimo nuestra libertad. El único problema es que muchos somos conscientes de su valor, la identificamos con nombre y apellido, al igual que a las acciones que la podrían poner en peligro, mientras que otros aún no se han dado cuenta de que sus vidas no serían ni posibles ni soportables si libertad, y pretenden entregarla a cambio de seguridades que ofrecen los poderosos, o simplemente aún no son conscientes de que sus actividades como comerciantes, dirigentes, especuladores, artistas, bohemios, estudiantes, etc. no serían posibles sin libertad.

Muchos Gobiernos han pretendido saber mejor que las personas cuáles deben ser sus metas; han detestado ver “el caos” dentro del orden social, han deseado que todo ciudadano enfoque sus esfuerzos personales hacia una gran causa común por el bienestar general, y han asumido políticas para lograrlo. Han eliminado la libertad, porque se creían con la autoridad de definir su “para qué” en nombre de todos los individuos, o simplemente la veían como un estorbo o una inutilidad.

En Bolivia, a plan de leyes para controlarlo todo, nos están haciendo lo mismo. Algunos ya nos hemos dado cuenta hace mucho ¿cuándo se enterará usted?

sábado, 18 de septiembre de 2010

Encuesta mensual


Iniciamos las encuestas mensuales de "Veni, vidi, vici" con la pregunta ¿Conoce usted la filosofía de la libertad? en base a cuyos resultados, que se mantendrán públicos en este blog, generaremos contenido nuevo.

El lector queda cordialmente invitado a participar.

viernes, 17 de septiembre de 2010

Dominación, monopolio, concentración, coerción, lucha: La visión de Estado de García Linera

En una conferencia titulada "El proyecto de Estado plurinacional", organizada por el Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad Católica Boliviana en el campus central de la zona de Tupuraya, en Cochabamba, el Vicepresidente dijo que "El Estado es dominación, es monopolio. El Estado tiene que concentrar legitimidad, coerción, recursos públicos en un escenario de luchas".

Tanto en esta afirmación, como en su conferencia titulada “La construcción del Estado”, dictada en una universidad de la Argentina, el Vicepresidente plantea un conjunto de características que, desde su punto de vista, serían inherentes a la construcción y existencia de los Estados en general, y del Estado boliviano en particular.

Dominación, monopolio, concentración, coerción y lucha, son algunas de las ideas centrales que resumen la estructura de un Estado omnímodo, que pretende controlarlo todo, y que para ello se encuentra en un estado de constante tensión y pugna. En “La construcción del Estado”, García Linera hizo afirmaciones en el mismo sentido, declarando que el Estado es cultura, creencias y costumbres (además de instituciones, territorio y población, que vendría a ser la definición clásica)

El Estado lo es todo y el individuo no es nada. Tal la sentencia con que se puede resumir la idea vicepresidencial de estatalidad, que coincide perfectamente con otras concepciones colectivistas creadas por el hombre, desde Platón y su “República”, pasando por Marx y su totalitario socialismo, y Hitler en su versión nacional socialista. El consenso entre todos ellos es que el poder gubernativo de los estados no debe dejar al libre arbitrio de los individuos elementos como las creencias, las tradiciones, las opciones sexuales y económicas, etc. Cada esfuerzo, idea y pensamiento del ser humano deber ser canalizado hacia el fin colectivo diseñado por los burócratas de turno.

Las ideas y afirmaciones del Vicepresidente son una nueva constatación de su descarnada sinceridad, y una confirmación de que los planes gubernamentales estarían dirigidos hacia el control total no sólo de instituciones políticas y gubernativas, ni solamente de la economía a través de la intervención en empresas públicas y privadas, sino de la propiedad, y también de las ideas, los esfuerzos, la creatividad, las creencias y costumbres de las personas.

Un Estado totalitario, con la capacidad de determinar todo lo que existe en su territorio, sea físico o metafísico, objetivo o subjetivo. Un poder tal, que ni el movimiento de un solo cabello de un ciudadano escape a su estricta y escrupulosa vigilancia. Esta es la forma correcta de entender las palabras de García Linera.

Escrito para el portal http://www.boliviademocratica.net

lunes, 13 de septiembre de 2010

Estrategia, mezquindad y pereza política

El oficialismo suele mencionar a Manfred Reyes Villa, recordándole los procesos judiciales que se siguen en su contra y recriminándole el haber huido a los EEUU en lugar de haber permanecido en el país para asumir su defensa.

Si el reclamo surgiera de personas que apoyaron a Reyes Villa en sus diferentes incursiones políticas, sería una interpelación auténtica. Cuando un ciudadano le pide a la gente que apoye una determinada propuesta y visión de país, lo menos que se puede esperar es que tenga el mínimo de valor y consecuencia para quedarse en Bolivia a defender y dar continuidad a un supuesto proyecto político que habría ofrecido, y por el que se habría comprometido la confianza de la gente a través del voto. Pretender hacer esto por control remoto desde un cómodo exilio en Norteamérica es una falta de respeto.

Pero cuando hablamos de los ataques del masismo contra Reyes Villa, y últimamente contra “Tuto” Quiroga, no estamos frente a un oficialismo preocupado por la salud política del movimiento opositor. En el caso del partido de gobierno y sus recriminaciones contra estos personajes, se trata de una estrategia dirigida a condenar al movimiento opositor a quedarse en el inmovilismo en relación a la urgente renovación que requiere.

Los ataques, desde el oficialismo, contra Reyes Villa y “Tuto” Quiroga, tienen por objetivo el de hacer que estos ciudadanos cuestionados por sus actos políticos, carentes de una visión alternativa de país, y estructural e ideológicamente débiles, permanezcan como supuestos líderes de la oposición, evitando al máximo las posibilidades de recambio y renovación en el movimiento opositor.

Adicionalmente, tal estrategia tiene su correlato desde las actitudes tanto de Reyes villa como de Quiroga, pues son ellos mismos quienes parecieran soñar con volver a ser candidatos a la presidencia del país, y no permiten que la oposición se renueve, al negarse a dejar libres los espacios que tercamente se empeñan en seguir llenando. Se trata de simple y llana mezquindad política con un movimiento opositor que en muchos de los casos reivindica demandas y argumenta razones serias frente a un incontenible poder.

Por otro lado, quienes han permanecido en Bolivia, y que podrían llamarse “mandos medios” de la oposición, que en muchos casos son personas que están ejerciendo función pública, se presenta el problema de una especie de pereza política, que los hace negarse a poner en marcha la construcción de nuevos paradigmas programáticos y discursivos, basados en los sólidos principios de libertad, justicia e igualdad ante la ley.

Los grupos de activistas de lo que erróneamente se suele llamar ”la derecha”, parecen haberse acostumbrado a la comodidad de contar con mayorías en órganos legislativos, posiciones en el aparato público, y grandes sumas de dinero para crear, organizar y hacer funcionar un partido. De ahí que a muchos de ellos les parezca una tarea muy difícil la de reconstituir el sistema de partidos, y en muchos casos hasta una labor que las “circunstancias políticas” obligarían a postergar indefinidamente.

Olvidan que en las épocas de Marcelo Quiroga Santa Cruz la izquierda no contaba ni con una docena de legisladores, y mucho menos con millones de dólares para la construcción de movimientos políticos, y sin embargo siempre se las ingeniaron para lograr hacer la diferencia, empleando para ello las ideas de superioridad moral e intelectual, y solidez ideológica y programática, complementadas con tesón y valentía.

viernes, 10 de septiembre de 2010

Fidel y los modelos económicos

El ex presidente de facto de Cuba, y líder de la revolución de 1959, Fidel Castro, había admitido (o al menos es lo que hizo entender a la opinión pública mundial), que el modelo económico de planificación estatal no funcionaba ni para la propia Cuba.

"el modelo cubano ya no funciona ni para nosotros" dijo en entrevista con The Atlantic, dirigida por el entrevistador Jeffrey Goldberg y la periodista Julia Sweig.

Lo que la frase dio a entender fue que Castro reconocía el fracaso del modelo económico comunista de planificación estatal, que apoyaba las reformas que, de manera gradual, se han venido ejecutando en Cuba desde que su hermano, Raúl Castro, asumió la presidencia de facto, y que reconocía la necesidad de libre acción económica dentro de un orden social.

Sin embargo, menos de cuatro días después, en la Universidad de la Habana, afirmó "Mi idea, como todo el mundo conoce, es que el sistema capitalista ya no sirve ni para Estados Unidos, ni para el mundo, al que conduce de crisis en crisis que son cada vez más globales y repetidas (...) ¿Cómo podría servir semejante sistema para un país socialista como Cuba?".

Pero entonces ¿cuál es el modelo que sí serviría, tanto para Cuba como para el mundo? Fidel Castro no lo dijo, lo que hace suponer que en realidad no tiene en mente ninguna propuesta de modelo alternativa tanto al comunista como al capitalista.

Esta contradicción acompañada de falta de propuestas podría explicarse sobre la base del siguiente razonamiento:

En primer lugar, dejaremos de lado las frases “modelo económico comunista” y “modelo económico capitalista”

En segundo lugar, tendremos que convenir en que en realidad existen, con variantes y matices, dos formas de funcionamiento del orden económico, a saber: 1) El orden espontáneo, en el que la acción económica de los individuos es libre, pues no está sometida a los designios de un ente central planificador, y 2) El orden planificado, en el que la acción económica del individuo no es libre, pues es planificada por una burocracia centralizada que define la orientación y los fines del esfuerzo individual.

En tercer lugar, y sobre la base del primer y segundo puntos, podemos generar las siguientes hipótesis: a) Castro admite que el orden económico sometido a una férrea planificación es el que no funciona, por lo que se ha convertido en un partidario de las planificaciones selectivas y parciales. Es decir, que se ha vuelto un keynesiano. b) Castro sabe que solamente con la libre acción económica se puede salir de la eterna e indefinida bancarrota de su país, pero teme decirlo, y está buscando articular una forma de “ser capitalista sin ser capitalista”, o al menos sin admitirlo. c) Castro cree que existe una tercera vía, pero aún no la ha encontrado. d) (La menos probable) Castro está preparando el camino para que, de manera gradual, Cuba se convierta en una sociedad libre.

No sabemos, a ciencia cierta, qué es lo que se trae entre manos el ex presidente de facto de Cuba, Fidel Castro, pero lo seguro es que algo está en movimiento por aquellos lugares, y más temprano que tarde nos enteraremos de lo que se trata.

Escrito para el portal http://www.boliviademocratica.net/

Prostitución de la expresión

Esa es la frase con que el Vicepresidente del Estado, Álvaro García Linera, ha descrito lo que, según él, Jorge “Tuto” Quiroga Ramírez entendería por libertad de expresión, haciendo alusión al reclamo del ex presidente de que se lo haya sentenciado a dos años y ocho mese de cárcel, por afirmar que el Banco Unión era una "lavandería de recursos chavistas, de corrupción y de dinero mal habido para uso del Gobierno".

La afirmación del Vicepresidente apela a la exigencia de que el derecho a la libre expresión sea ejercido responsablemente por todos los ciudadanos, evitando hacer afirmaciones difamatorias sin presentar pruebas que las sustenten.

Dejemos de lado las declaraciones de Quiroga en el sentido de que sí habría presentado pruebas que demuestran sus afirmaciones respecto de manejos irregulares dentro del Banco Unión, pero que nadie se habría molestado en revisarlas e investigar sus denuncias. Y hagámoslo, además, porque debería ser el Órgano Judicial quien investigue lo denunciado por Quiroga, y quien decida, en última instancia, si sus afirmaciones tenían asidero o no.

Hablemos sobre la “prostitución de la expresión”: En fecha seis de agosto del año en curso, en el periódico Los Tiempos, Álvaro García Linera justificaba no tener pruebas de las acusaciones del Gobierno contra USAID, diciendo que “las conspiraciones no se hacen con facturas”. Además afirmaba “Ahora, que veamos al señor de la Embajada norteamericana, al secretario llevar el dinero: eso no se va ver nunca. No se puede buscar semejante prueba: son subterráneas”.

Entonces, quedan dos opciones: La primera. Que el Vicepresidente y su Gobierno también han estado incurriendo en la prostitución de la expresión y, por lo tanto, también merecen juicio y cárcel. La segunda. Que el criterio vertido por García Linera en agosto pasado también se debería aplicar a Tuto Quiroga, e incluso a las declaraciones acusatorias de Rubén Costas, pues ambos están hablando de corrupción en esferas de Gobierno y, nuevamente, según el Vicepresidente, como la corrupción no pasa factura, todos tendríamos la licencia de acusar en base a nuestras suposiciones y deducciones.

Escrito para el portal http://www.boliviademocratica.net/

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Un vistazo a la judicialización de la política practicada por el MAS

Gonzalo Sánchez de Lozada, Carlos Mesa Gisbert, Jorge “Tuto” Quiroga y Eduardo Rodríguez Veltzé, son los ex presidentes procesados en un Órgano Judicial por cuya imparcialidad ya nadie pone las manos al fuego.

Además, están los gobernadores Rubén Costas, Ernesto Suárez, y Mario Cossio, cuyo incuestionable apoyo popular recibido en las urnas no tiene importancia para un oficialismo empeñado en desestabilizar e intentar tomar todo lo que perdió en las elecciones de abril.

También están los alcaldes Jaime Barrón, Héctor Cartagena, René Joaquino, Percy Fernández y ahora Luís Revilla, entre suspendidos y por suspender, que fueron retirados de la silla edil, en unos casos, y que podrían serlo, en otros, por la simple acusación de un fiscal, que no es un representante del Órgano Judicial (que de todos modos es controlado por el Ejecutivo), sino un miembro del Órgano Ejecutivo.

Adicionalmente se tiene a Leopoldo Fernández, Víctor Hugo Cárdenas, José Luís Paredes, Arturo Murillo, Ramón Daza, Samuel Doria Medina, Manfred Reyes Villa y Ninoska Lazarte, entre otros, a quienes también se persigue con ese instrumento represivo que el masismo ha construido sobre lo que antaño se llamaba justicia.

Estos casos son variados y, dependiendo de cada uno, se podrá especular sobre la justicia o no del inicio de procesos. Sin embargo, cabe aclarar que en todos ellos nos encontramos en una situación en la que el gobierno hace de juez y parte. Si la acusación proviene de la Contraloría, es el MAS a través del Ejecutivo; si proviene de algún fiscal, es el MAS a través del Ejecutivo; si la sentencia es dictada por un juez, es el MAS a través de las autoridades judiciales nombradas a dedo por el Presidente Morales; si es el Legislativo, es el MAS a través de sus dos tercios de asambleístas sometidos a la verticalidad del partido de gobierno.

Puesto así, se puede concluir que estamos frente a una situación en que todos los poderes han sido concentrados en un mismo grupo, a través del que algunas cabezas mandantes están haciendo y deshaciendo en el país, y cuyas acciones están minando los principios básicos de libre expresión, pluralismo político, presunción de inocencia, derecho a debido proceso, irretroactividad de la ley, y muchos otros.

¿Cuál el límite para el poder que un gobierno ha obtenido a través del voto de la gente? El límite son los principios básicos de un orden social libre, a saber: el respeto a la vida, la libertad y la propiedad de los individuos; así como la completa vigencia de instituciones como la división y equilibrio de poderes, la libre expresión, el pluralismo político, la libre acción económica, la presunción de inocencia y otros, consagrados en las cartas universales de derechos.

Cuando un régimen de gobierno sobrepasa estos límites, ya nos podemos considerar en posición de decir que se ha transformado en una tiranía.

Escrito para el portal http://www.boliviademocratica.net/

martes, 7 de septiembre de 2010

Caso "Tuto" Quiroga: Judicialización de la política y atentado contra la libre expresión

En principio se debe descartar el argumento del viceministro de coordinación gubernamental, Wilfredo Chávez, quien ha afirmado que “En ese caso se ha seguido un juicio de acción privada penal y un juez ha declarado que Tuto Quiroga cometió el delito de difamación a los funcionarios y miembros del Banco Unión, sobre el tema sólo podemos opinar de lo que dijo el juez como sentencia porque no hemos sido parte como Gobierno ni como Estado”

Chávez omite, maliciosamente, que el gobierno es el propietario de más del 80% de las acciones del Banco Unión y que, por lo tanto, cuando esta institución, supuestamente privada, demanda a Jorge “Tuto” Quiroga, es en realidad ese 80% de gobierno, de oficialismo, quien está demandando al ex presidente.

El viceministro también evita deliberadamente recordar que se le otorgaron al Presidente Morales facultades extraordinarias para nombrar, a dedo, a las autoridades del Órgano Judicial, de manera transitoria, hasta que éstas sean elegidas por el voto de la gente, en un proceso electoral que estaba planeado para diciembre del año en curso, pero que ha sido postergado por la mayoría de asambleístas del MAS en el Legislativo. Por lo tanto, es perfectamente veraz la afirmación de que en este instante, las autoridades del Órgano Judicial, supuestamente independientes e imparciales, no son más que los operadores judiciales de la represión pseudolegal del gobierno.

Entonces, la relación que el oficialismo pretende negar con el proceso y la sentencia contra el ex presidente Quiroga, en realidad existe de manera bastante concreta. El gobierno es juez, pues es el Ejecutivo quien controla al Judicial, y es parte, pues el 80% del Banco Unión es del Estado.

El ex presidente Carlos Mesa ha afirmado que "Hay un proceso de judicialización de la política extremadamente grave y peligroso que se apoya en el amedrentamiento a los ciudadanos y no sólo al ciudadano de pie [sino] incluso, como es este caso, con un ex presidente"

Mesa concluye que la acción del gobierno contra Tuto "es inaceptable" y vulnera el derecho a la libre expresión, y ha afirmado que "las palabras [de Quiroga] fueron emitidas cuando se había producido el hecho de corrupción más grave en el Gobierno del presidente Morales, en vez de investigar las vinculaciones del señor Ramírez y el banco, se investiga a quien hace una reflexión sobre un tema de corrupción".

Coincidimos con el criterio del ex presidente Carlos Mesa, y nos sumamos a las voces de repudio contra las actitudes autoritarias que el oficialismo ya ha asumido como patrón de comportamiento normal.

Escrito para el portal http://www.boliviademocratica.net/

lunes, 6 de septiembre de 2010

La democracia no es esencial

Así dicho, pareciera la afirmación de un partidario de algún tipo de sistema totalitario. Sin embargo, la sentencia que pongo hoy como título de esta columna, tiene una explicación.

Solemos olvidar el espíritu por el que fue inventada la democracia, y por el que fue evolucionando y perfeccionándose, para pasar de ese sistema rústico puesto en práctica por los griegos, tan simple como el origen etimológico de la palabra (demos=muchos, cratos=gobierno) “gobierno de muchos”; hasta el sistema complejo que hoy conocemos, con Constituciones, derechos de los individuos, división y equilibrio de poderes, voto secreto, universal y directo, y garantías para las libertades.

Ese espíritu era ni más ni menos que garantizar que las tiranías, derrotadas y desterradas, no volvieran a presentarse ante las personas para volver a robarles su libertad y su individualidad.

Comprendiendo el espíritu de la democracia, se puede concluir que este sistema de gobierno no es más que una herramienta, un medio para preservar el supremo fin de la libertad.

Los demócratas a ultranza, sin embargo, piensan en el sistema democrático como un fin. ¿Cuál fin? Que las decisiones dentro de un orden social sean tomadas de manera mayoritaria. Esta visión conlleva el peligro de que se reemplace la tiranía de uno o de unos pocos, por la tiranía de muchos o de la mayoría, y deje por los suelos el espíritu de la democracia.

Para un demócrata doctrinario, por ejemplo, podría ser lícito que si la mayoría decidiese suprimir los derechos de uno o más individuos, se tome esa decisión por legítima y se ejecute sin mayores consideraciones.

Sin embargo, deberíamos convenir en que los derechos individuales y, sobre todo, la libertad, no deben someterse jamás a votación. Ningún individuo tiene el derecho, por sí solo, de suprimir la libertad (que es esclavitud), de quitar la vida (que es asesinato) o de arrebatar la propiedad (que es robo), por lo que lógicamente tampoco tendría por que otorgar ese derecho a otros, por más mayoritaria que pudiera ser la exigencia de hacerlo.

El sistema democrático de gobierno sustenta su legitimidad en el hecho de ser el mejor conocido para la preservación de la vida, la libertad y la propiedad de las personas. Al dejar de preservar dichos derechos, pierde esa legitimidad, y la sociedad afectada puede perfectamente descartarlo e instalar otro sistema que respete esos principios fundamentales.

Isaiah Berlin, decía que “…el autogobierno puede proveer de una mejor garantía para la preservación de las libertades civiles. […] Pero no existe ninguna conexión necesaria entre la libertad individual y la regla democrática.”

Si un gobierno monárquico, que concentrara todos los poderes en manos de una nobleza, concediera, sin embargo, mayores libertades a sus súbditos que, por ejemplo, el gobierno democrático de Venezuela ¿no sería legítimo preferir tal monarquía a una democracia opresora de las libertades y los derechos?

¿Cuál el sentido de una democracia si no sirve a la protección de la libertad y los derechos fundamentales de los individuos?

Podemos concluir, entonces, que lo esencial para los seres humanos es el respeto de sus vidas, de su libertad, y del fruto de su trabajo y esfuerzo, que es su propiedad: ¿La democracia? La democracia no es esencial, y puede ser descartada si se transforma en una tiranía, así cuente con el respaldo popular.

sábado, 4 de septiembre de 2010

Abuso de poder

¿Qué es el abuso de poder?

Para responder a esta pregunta, primero se deben establecer ciertos parámetros mínimos que sirvan para la discusión.

Inicialmente debemos convenir en que durante miles de años de evolución, el ser humano logró descubrir los principios rectores para la construcción de un orden social libre. Tales principios son, básicamente, el respeto a la vida del individuo, a su libertad y a su propiedad.

Adicionalmente, se definieron mecanismos para proteger tales principios, a través del establecimiento de instituciones de gobierno que cuenten con la fuerza necesaria para hacerlos respetar pero que, a la vez, sean limitados en su poder y fuerza para evitar que dichas instituciones se conviertan en las que vulneren los mismos. Estos mecanismos son la igualdad ante la ley para todos los individuos, la justicia como ecuanimidad, y un sistema de gobierno democrático.

El sistema de gobierno democrático, a su vez, debe contar con ciertos componentes que se le ha incorporado durante su larga evolución, desde la democracia griega hasta nuestros días. Estos componentes son: 1) Que sea un sistema de gobierno opuesto a todo tipo de dictadura, incluida la de la mayoría. 2) Que permita a las personas elegir libremente a quienes habrán de administrar el poder gubernativo, a través del voto secreto, universal y directo. 3) Que la libre expresión y el pluralismo político sean elementos indispensables dentro de la práctica democrática. 4) Que la estructura institucional de la democracia esté dividida en tres poderes (ejecutivo, legislativo y judicial), dispersando el poder y evitando a toda costa su concentración en una o en pocas manos. 5) La necesidad de que la democracia se constituya en un mecanismo para la protección de los tres principios rectores de un orden social libre, y no en un fin en sí mismo.

Es a partir de aquí que podemos definir lo que es el abuso de poder:

Abuso de poder es cuando a partir de un individuo o grupo de individuos, o desde una institución, y sin importan por cuántos otros éstos sean alentados, se vulnera la vida, la libertad o la propiedad de uno o más individuos.

Estos principios, que son derechos fundamentales de los seres humanos, no pueden someterse a votación, o ponerse a consideración de las masas. Ningún gobierno, ni ninguna autoridad, por muy abrumador que fuera su apoyo popular, tiene el derecho ni la legitimidad para vulnerar la vida, la libertad y la propiedad de una o más personas. Hacerlo, es un abuso de poder.

Colateralmente, también será un abuso de poder el violentar las instituciones y mecanismos de gobierno destinadas a proteger dichos principios. En este punto se debe dejar algo muy claro: Las instituciones de gobierno tienen una razón de ser y de existir, y deben ser protegidas si, y sólo si, sirven a la preservación de la vida, la libertad y la propiedad de las personas. Las instituciones instauradas por una dictadura, por ejemplo, que son herramientas para que los déspotas conserven el poder y lo utilicen arbitrariamente vulnerando estos principios fundamentales de un orden social libre, pueden y deben ser destruidas, porque no cuidan al individuo, sino al déspota.

Pero cuando las instituciones de gobierno tienen como fin la protección de la gente, éstas deben ser, a la vez, protegidas por las personas.

Todo este andamiaje de principios, instituciones y protecciones mutuas, ha sido concebido para evitar que tanto nuestros vecinos del barrio, como nuestros gobernantes, tengan el poder para quitarnos la vida, que es asesinato; la libertad, que es esclavitud; y/o la propiedad, que es robo. En pocas palabras, hemos diseñado todo esto para evitar el abuso de poder.

Escrito para el portal http://www.boliviademocratica.net/

viernes, 3 de septiembre de 2010

¡Freiheit!

Esa era la palabra puesta en graffiti sobre un trozo del muro de Berlín, suspendido ante los alemanes del este por el brazo mecánico de una potente máquina. Caía el muro de la vergüenza comunista, caía la franja de la muerte marxista, se derrumbaba la servidumbre, el mundo presenciaba, enternecido, la prueba más contundente y descarnada de que el socialismo, inspirado en las homicidas ideas de Marx, Lenin y otros, no era más que un conjunto de mentiras y errores que robaban la libertad al individuo, destruyendo la dignidad humana, y causando sólo miseria, hambre y represión.

Pero el muro no cayó por sí sólo, ni por voluntad de los burócratas comunistas que se deleitaban disponiendo de las vidas de sus ciudadanos. Tuvieron que morir muchas personas durante décadas, tantas, que superan con creces las vidas perdidas por causa de esa otra criminal aventura colectivista llamada nazismo. Tuvieron que despertar los luchadores por la libertad como Lech Walesa, un electricista desempleado de la Polonia Comunista y líder del sindicato Solidaridad. Y fue necesaria la asistencia de la autoridad moral y lucha libertaria de Juan Pablo II, Margaret Tatcher, y Ronald Reagan.

El muro no dio más, el error burocrático de un dirigente comunista, anunciando que se le permitiría a los alemanes del este traspasarlo “a partir de ahora”, cuando en realidad se refería que a partir de ese instante se tramitarían permisos de viaje que entrarían en vigencia desde el día siguiente, fue equivalente a manifestar que se abrían las puertas del infierno. Multitudes de individuos se dirigieron a las salidas, lo militares tenían municiones y armas superiores a las necesarias para una guerra, pero nunca las usarían, tendrían que haber asesinado a las decenas de miles de personas que decidieron dejar de esperar a que los comunistas les devuelvan su libertad, y comenzaron a recuperarla a plan de picotazos y combazos contra la pared que había hecho de su país una gran cárcel. Los regímenes socialistas, hasta hoy, son los únicos que necesitan vigilar militarmente sus fronteras para evitar que las personas huyan despavoridas del paraíso.

Sin libertad no hay vida que valga, y sin dignidad dejamos de ser humanos. Thomas Jefferson dijo un día que “el precio de la libertad es la eterna vigilancia”, y la primera ministra de Alemania, Angela Merkel, dijo este lunes que “la libertad no debe contemplarse como un bien sobreentendido, sino como algo por lo que se debe luchar y defender cada día”. La verdad de estas afirmaciones radica en el hecho de que siempre hay personas deseosas de disponer de las vidas de otros, tiranos dispuestos a construir nuevos muros y nuevos infiernos para sus ciudadanos, seres desquiciados y desequilibrados que buscan, nuevamente, ladrillo a ladrillo, arrebatarle al individuo su libertad y su dignidad, siempre camuflando su maldad y su sed de poder sin límites con buenas intenciones, promesas de construcción de paraísos, ilusiones redistributivas y espejismos de justicia social.

“Dame tu libertad y yo te doy seguridad” dicen los tiranos, y muchas personas les responden que sí. “Necesito más poder para ayudarte” dicen los totalitarios, y la gente les entrega ese poder desde las armas o desde las urnas. “Necesitamos grandes sacrificios” piden los criminales, y las masas ingenuas se sacrifican una y otra vez, entregan sus trabajos, sus pensamientos, sus vidas, y mueren sin ver jamás el paraíso prometido, y les dejan a sus hijos el infierno que ayudaron a construir.

Este lunes hemos recordado que hace veinte años, somos nosotros, los liberales, los luchadores por la libertad, quienes hemos triunfado sobre el totalitarismo, quienes hemos descubierto ya hace cientos de años la mejor de las ideas: Dejad en paz al individuo, permitid que sea él quien construya su propio paraíso, que cada quien decida sus metas y cómo alcanzarlas, que cada uno tome sus propias decisiones y cometa sus propios errores, y sólo exigidle que respete la libertad de sus semejantes.

Hoy, en Bolivia, los totalitarios internos nos han desafiado a una nueva batalla, están instalando las mismas ideas utilizando otras palabras, quieren levantar un nuevo muro para convertir nuestro país en una cárcel, y no importa el material con que se lo construya.

Por eso están calladitos estos días, no pueden festejar por la libertad, como lo hacemos nosotros, pero tampoco pueden hablar contra ella; la sola palabra se les atraganta al pronunciarla, decir libertad es como orar un Padre Nuestro para un endemoniado; saben que lo que hacen, el poder que piden, y el país que proponen, no son más que el camino de servidumbre.

Les tengo una buena noticia: Nosotros ganaremos y ellos perderán… como siempre. De nosotros dependerá cuán larga tenga que ser esta nueva batalla.

El falso ambientalismo de Morales

Quiero hacer varias observaciones sobre el discurso absurdo de la defensa de los derechos de la “madre tierra”, promovido por el Presidente como espectáculo para deleitar al público internacional y para construir en torno a él la leyenda de un Evo Morales que nunca existió, que no existe y que no existirá:

La “madre tierra” no tiene derechos. Si los seres humanos pretendemos y luchamos por un medio ambiente sano, es porque ello es conveniente para nuestras propias vidas. Es decir que la especie humana debe cuidar el planeta porque eso es lo que le conviene, y no porque exista algo parecido a un ser metafísico llamado “madre tierra” que merezca algún tipo de derechos que estén por encima o en igual rango que los Derechos Humanos.

Si por nuestra supervivencia como raza humana fuera necesario destrozar este planeta, con seguridad que deberíamos hacerlo, y lo haríamos, sin entrar en consideraciones ulteriores sobre si estamos violando algún derecho de entidades inexistentes.

Pero por el momento, el planeta Tierra es el único hogar que tenemos los humanos, y mientras así sea estamos obligados a aprovechar sus recursos, y buscar comodidades y bienestar de la manera más responsable que se pueda.

Cuando Evo Morales dice que los derechos de la “madre tierra” están por encima de los Derechos Humanos, probablemente intente justificar alguna futura violación de éstos so pretexto de proteger aquellos.

Pero la postura presidencial es aún más falsa cuando hablamos del desastre ambiental que se pretende causar en la reserva ecológica del Isiboro Sécure, construyendo una carretera de 300 Km. de longitud que partiría en dos un territorio que alberga cientos de especies, muchas en peligro de extinción, y que es el hogar de pueblos indígenas a los que ya se les había reconocido ese territorio como propio.

El gobierno sabe muy bien del daño ecológico que va a causar la construcción de esa carretera, y también conoce perfectamente las propuestas alternativas planteadas para conectar los departamentos de Cochabamba y Beni –como la construcción de un tren que pase por encima de la selva, o la propuesta de carreteras que bordeen el parque- minimizando al máximo el daño ambiental potencial. Aún así, Evo Morales y su gobierno insisten en ignorar su propio discurso ambientalista, promoviendo un proyecto que va causar mucho daño al ecosistema del parque.

El gobierno también sabe que la construcción de dicha carretera va a causar la proliferación de colonizaciones de campesinos que deforestarán el parque y se dedicarán a sembrar coca, aprovechando la casi ausencia total de Estado por esas zonas; y también está consciente de que la nueva ruta que pretende abrir va a ser la herramienta perfecta para que grupos delincuenciales del narcotráfico y el terrorismo hagan su agosto, traficando y produciendo drogas libremente, depredando los bosques para habilitar pistas clandestinas, contaminando las aguas y las selvas con precursores para la fabricación de cocaína, asesinando y secuestrando individuos, y utilizando el territorio y las vías de comunicación abiertas para refugiarse y causar terror, inestabilidad e inseguridad.

Ley de pensiones debe respetar al ciudadano

Siempre que en Bolivia hemos hablado de una ley de pensiones, hemos sido víctimas de las imposiciones desde el Estado.

Al individuo que aporta para su jubilación nunca se le ha preguntado si quiere que sea una organización del Estado o una privada, la que administre su dinero. Esta decisión siempre ha estado en manos de los burócratas de turno y de su humor ideológico.

Cuando los gobiernos han sido estatistas, ya sea del viejo cuño del nacionalismo, o del nuevo nacional-indigenismo, éstos han entregado el dinero de la gente, sin hacer ninguna pregunta, a las rapaces garras de los burócratas de turno, que lo han hecho desaparecer al mismo tiempo que sus cuentas personales crecían misteriosamente.

El gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada desterró la corrupción en la administración de pensiones al crear las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP’s), evitando que el dinero de las personas pase por las manos de los políticos, pero tampoco le preguntó a la gente si estaba de acuerdo con la decisión. La reforma se llevó adelante como siempre, presumiendo que desde el Estado se sabe lo que es bueno para los individuos y sus aportes, y determinando unilateralmente lo que se va a hacer con ellos, sin preguntarles nada.

Hoy se pretende hacer un tanto de lo mismo. Está en puertas la aprobación de una nueva Ley de pensiones, y las partes en debate (si es que la mayoría abrumadora del oficialismo permite algún debate) pretenden que saben mejor que los ciudadanos lo que les conviene.

El debate podrá girar en orno a si la administración de las pensiones es estatal o privada, o si la Ley es más solidaria y redistributiva, o más individualista. La posición que triunfe pretenderá imponerse por encima de cualquier consideración del ciudadano de a pie, demostrando que a ambos grupos políticos les importa muy poco lo que desee la gente.

Sin embargo, lo ideal sería diseñar una Ley de pensiones que le pregunte al aportante cómo es que quiere que su dinero sea administrado. Que le permita al individuo elegir de entre una lista de organizaciones, entre privadas y públicas, quién quiere que administre sus aportes.

Que sea a través de un formulario de preguntas, que el ciudadano decida si opta por la administración pública o privada, si quiere aportar o no a un fondo solidario para quienes no tienen jubilación, si desea realizar un aporte adicional para la jubilación de su cónyuge, si quiere conservar los dividendos de sus aportes o desea donarlos para los más necesitados, si prefiere hacer el aporte mínimo (que se podría establecer) o si quiere incrementarlo voluntariamente en la cantidad que él decida, etc.

El día que se aprobara una Ley de pensiones tal, sería el día que por primera vez habríamos puesto al individuo y sus aspiraciones e intereses, por encima de los caprichos y arbitrios de los políticos de turno. Sería el día en que trataríamos a las personas con la dignidad de seres humanos capaces de tomar sus propias decisiones.

Verdades de un Estado “pacifista”

Irán, ha dicho el Presidente Morales, es un Estado pacifista.

Irán es un Estado pacifista en el que la mujer no puede salir de casa sin el permiso y la compañia de un hombre, sea éste su marido, padre o hermano. Aún si sale de casa, nunca deberñá hacerlo sin el apropiado velo que le cubra el rostro, completando una indumentaria que oculta hasta el último de sus cabellos.

Irán es un Estado pacifista en el que las autoridades creen quie no hay que avergonzarse de golpear a la mujeres porque, en una oportunidad que éstas se habrían revelado, Mahoma habría autorizado a los hombnres a golpearlas para ponerlas en sus lugares.

Irán es un Estado pacifista que condena a muerte por lapidación a las mujeres que cometan adulterio, así como a quienes cometan el delito de beber alcohol, tráfico de drogas, asesinato, violación, sodomía o delitos políticos. Para ello, y para extender el sufrimiento al máximo, la ley dice que no deben usarse piedras demasiado grande scomo para que maten instantáneamiente, ni demasiado pequeñas como para que no sean consideradas piedras.

Irán es un Estado pacifista que considera al resto del mundo como un conjunto de infieles, por no seguir sus delirantes creencias. Es por eso que promueve la imposición de su particular interpretación del Islam en occidente, so pena de desaparecer del mundo a quienes se resistan.

Irán es un Estado pacifista que para lograr eliminar la infidencia occidental que ofende y enfrenta a Alá, alberga, promueve y prepara grupos terroristas que cumplan la misión divina de aleccionar a todos los infieles que siguen la satánica filosofía de la libertad, la tolerancia y el respeto de los derechos individuales.

El gobierno sabe muy bien del daño ecológico que va a causar la construcción de esa carretera, y también conoce perfectamente las propuestas alternativas planteadas para conectar los departamentos de Cochabamba y Beni –como la construcción de un tren que pase por encima de la selva, o la propuesta de carreteras que bordeen el parque- minimizando al máximo el daño ambiental potencial. Aún así, Evo Morales y su gobierno insisten en ignorar su propio discurso ambientalista, promoviendo un proyecto que va causar mucho daño al ecosistema del parque.

El gobierno también sabe que la construcción de dicha carretera va a causar la proliferación de colonizaciones de campesinos que deforestarán el parque y se dedicarán a sembrar coca, aprovechando la casi ausencia total de Estado por esas zonas; y también está consciente de que la nueva ruta que pretende abrir va a ser la herramienta perfecta para que grupos delincuenciales del narcotráfico y el terrorismo hagan su agosto, traficando y produciendo drogas libremente, depredando los bosques para habilitar pistas clandestinas, contaminando las aguas y las selvas con precursores para la fabricación de cocaína, asesinando y secuestrando individuos, y utilizando el territorio y las vías de comunicación abiertas para refugiarse y causar terror, inestabilidad e inseguridad.